Mientras el subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, sostuvo que la iniciativa no va a «provocar inestabilidad en el empleo ni en el sector artesanal ni industrial», pescadores, armadores de Buques Pesqueros y parte de la oposición le sacan en cara al ministro de Economía su intensión de entregar las cuotas de pesca a perpetuidad a un grupo de industriales, conocidos como las “7 familias”.
A partir de las 11:00 horas de hoy, miércoles, se comenzará a votar la polémica ley de pesca en general y particular, luego de que anoche se aprobara la totalidad de las indicaciones presentadas por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, entre ellas, la aprobación de las licitaciones, el refuerzo de la institucionalidad dedicada a la investigación científica del sector y la reposición del régimen jurídico que regula la propiedad de los recursos pesqueros del país.
Cabe consignar que la llamada «Ley Longueira» fue ingresada el 14 de diciembre de 2011 y comenzó a tramitarse en la Comisión de Pesca en marzo pasado y significó más de 140 audiencias en poco más de 4 meses de análisis y dos sesiones de la Comisión de Hacienda. Su objetivo: reemplazar el actual marco legal que rige el sistema de cuotas y de fraccionamiento entre el sector industrial y artesanal.
Proyecto que es duramente criticado por los pescadores artesanales, armadores de Buques Pesqueros y parte de la oposición. Cuestionamientos que no tienen justificación según el subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, quien dijo en Radio Cooperativa que la ley de pesca no va a «provocar inestabilidad en el empleo ni en el sector artesanal ni industrial». Y agrega que «algunos pescadores dicen que se va a terminar la pesca artesanal y la única forma de que eso pase es que se acaben los recursos».
En ese minuto, la autoridad sale al paso al principal cuestionamiento de los pescadores artesanales: sobre la intensión de entregar las cuotas de pesca a perpetuidad a un grupo de industriales, conocidos como las “7 familias”. Al respecto, responde: «La verdad es que estas siete familias, que no son siete, son muchos más, que han desarrollado la industria pesquera en Chile durante más 60 años tienen derechos históricos» y apunta que «los 83 mil pescadores artesanales del país tienen permisos que son indefinidos».
Mirada que no es compartida en la Asociación de Armadores de Buques Pesqueros y Empresas procesadoras de Productos del Mar (Anapesca). Su presidente, Rodrigo Vial, repara: «En la discusión del proyecto de Ley de Pesca el ministro Pablo Longueira ha declarado en la prensa que “lo mejor es asignar cuotas indefinidas”, justificando así su intensión de entregar las cuotas de pesca a perpetuidad a un grupo de industriales, conocidos como las “7 familias”.
Según Anapesca -asociación que aboga por la licitación- «quienes quieren evitar la transparencia en la asignación de las cuotas han tejido una serie de explicaciones basadas en informaciones incompletas que sólo buscan justificar la medida, no actuar con la verdad ni por el bien del país. Para esta asociación gremial, la licitación de las cuotas de pesca sería la única forma de asignación transparente y la que permite la real libre competencia».
Haciendo hincapié en que «los países que asignaron cuotas sólo por historia están haciendo todo lo posible por recuperar la propiedad de los recursos pesqueros para el Estado. Muchos de esos países no tienen idea quiénes son hoy los verdaderos dueños de los recursos. Luego de asignados a los elegidos, las cuotas fueron vendidas por éstos a terceros, quienes viven de la rentas de las cuotas. Estos países, al darse cuenta del error, ahora han encontrado nuevos mecanismos de asignación como la licitación o subasta de cuotas periódicamente”.
Refiriéndose a lo que han aprendido los más importantes países pesqueros, el presidente de la colectividad señaló, “En otras palabras, lo que buscan los países pesqueros más avanzados es revertir los problemas que trae la cartelización que se produce con la asignación directa y sin competencia, como la que vemos en Chile. Contrario a lo señalado por el Ministro, y los favorecidos por la entrega exclusiva de cuotas, hay varios países que actualmente subastan las cuotas de pesca, como Nueva Zelanda, Estados Unidos e Inglaterra, a los que ahora se ha sumado Rusia. Luego de un intento fallido debido a la presión de las mafias pesqueras a principios del 2000, la Agencia Federal de Pesquerías de ese país subastó cuotas de pesca en abril de este año, recaudando varios millones de dólares para el Estado gracias a recursos pesqueros como cangrejos y merluzas, no muy distintos a los que tenemos en Chile”.
Respecto de los argumentos usados por quienes están en contra la idea de licitar las cuotas de pesca, como el que “los extranjeros se apoderarán de la pesca en Chile”, Vial señala que es justamente es lo contrario “si no se licitan las cuotas por períodos de tiempo determinado y simplemente se asignan para siempre a un grupo de privilegiados por cualquier concepto, título histórico o mayores influencias con ciertos sectores políticos, éstas pueden ser vendidas a extranjeros o nacionales, también para siempre, sin posibilidad de que el Estado las pueda recuperar. Además, la ley de navegación no permite que empresas extranjeras operen en Chile….. ahora, lógicamente, dirán que las licitaciones no son necesarias; claro, si prefieren el regalo directo y sin competir” concluyó el dirigente gremial.
