Dijo que salario mínimo e informe sobre el lucro lo llevaron a tomar la decisión
“Espero poder conversar mañana (martes) con él y analizar si su decisión es indeclinable”, dijo el jefe de bancada, Alberto Cardemil, al confirmar la salida del legislador, quien hizo evidente sus diferencias la semana pasada, cuando desplegó un letrero insistiendo en que era posible un sueldo mínimo de 200 mil pesos. En la carta que envió para comunicar su determinación, el parlamentario señaló que busca «tener la libertad de votar según lo que dicte mi conciencia y con la tranquilidad de saber que con ello no complico a Renovación Nacional”.
Por sorpresa tomó el diputado Gaspar Rivas a los máximos dirigentes de Renovación Nacional, al comunicar su renuncia a la colectividad, que hizo efectiva este lunes a través de una carta dirigida al presidente del partido, el senador Carlos Larraín Peña, y al jefe de la bancada de diputados, Alberto Cardemil.
El propio Rivas argumenta en la misiva que tomó esta drástica decisión tras meditarlo seriamente y luego que en los últimos días mostrara serias diferencias con su partido en importantes votaciones en la Cámara Baja. “En algunas de ellas, en específico, el proyecto de ley que fija el sueldo mínimo y el informe de la comisión investigadora del lucro en la educación superior, mi voluntad ha sido claramente distinta a la del resto de los parlamentarios del partido”, señala.
Aunque los máximos dirigentes de RN no se habían pronunciado al respecto, sí lo hizo esta tarde Cardemil, quien confirmó que el parlamentario decidió alejarse de la tienda que lo cobijó durante casi 10 años. “Espero poder conversar mañana (martes) con él y analizar si su decisión es indeclinable”, dijo.
En la colectividad, que una vez más ve disminuida su bancada, especulaban que previo al envío de la misiva, o en el intertanto, Rivas había presentado formalmente su renuncia ante el Servicio Electoral.
En la nota, el legislador lamenta haber tenido que llegar a esta instancia, pero justifica su decisión señalando que “lo que más me preocupa es el hecho de saber a ciencia cierta que mi conciencia y mis principios, con absoluta certeza, me llevarán nuevamente a enfrentar votaciones de importancia en la que mi voto discrepará del voto del resto de la bancada”, por lo que renunciando pretende “liberar a mi querido partido de dicha situación, que sé que le será complicada y, al mismo tiempo, permitirme a mí tener la libertad de votar según lo que dicte mi conciencia y con la tranquilidad de saber que con ello no complico a Renovación Nacional”.
Si bien en RN se comentaba que Gaspar Rivas no había logrado generar lazos fuertes en la tienda ni tampoco en su bancada, pues no parecía compartir en general los mismos puntos de vista con sus compañeros, lo cierto es que sí había generado una estrecha relación con la senadora Lily Pérez, quien lo atrajo hacia el grupo liberal que tuvo en jaque al presidente del partido durante varios meses, presionando para avanzar en distintas materias, particularmente en las reformas políticas. Algo de lo que Rivas se hace cargo en su carta de renuncia, señalando que “a lo largo de ese espacio de tiempo he generado fuertes amistadas con un sinnúmero de militantes y parlamentarios a quienes considero mis amigos, como lo es el caso particular de mi querida amiga, la senadora Lily Pérez San Martín, a quien aprecio especialmente, no sólo por sus invalorables y siempre cariñosos consejos, sino que principalmente por su gran calidad como ser humano y, en especial, como amiga”.
Tal como lo menciona el propio legislador en su carta, uno de los episodios que hizo patente las diferencias que mantenía con el resto de su bancada, fue el letrero que desplegó en la sala de la Cámara de Diputados durante la votación del salario mínimo. Si bien a esa altura (veto presidencial) Renovación Nacional ya había acordado entregar su voto favorable, el legislador insistió con su cartel en que un salario de 200 mil pesos era posible.
