El presidente ejecutivo de Antogasta Minerals, Diego Hernández, asegura que el factor Castilla condiciona el interés de los inversionistas y retrasaría el ingreso de US$ 100 mil millones para el 2020.
Una vez realizado el fallo en contra de la construcción de la termoeléctrica Castilla, el impacto de la decisión fue inmediatamente catalogada por diversos sectores empresariales y políticos como negativo por el riesgo que implica para el futuro energético del país.
Para el presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, propiedad de los Luksic, Diego Hernández, el factor de esta determinación más que un riesgo, significa un retraso en los proyectos que se tenían pronosticados mineros para el 2020. Según él, la matriz energética es priomordial y sería un negativo para las inversiones no contar con una generadora de mayor capacidad.
«El factor Castilla, de partida, atrasa todos los proyectos de la Tercera Región, que es la que tenía más proyectos. Eso logicamente influye, no es el único elemento porque hay razones de coyuntura de mercado, pero es naturalmente un elemento importante», enfatizó Hernández, quien además, insiste en que el interés de los inversionistas estaría condicionado. «A nadie le gusta invertir en una industria d eun uso intensivo de energía, con una energía que no es competitiva», sostuvo el CEO.
Según Hernández, estos elementos que perjudican la velocidad de ejecución de los proyectos, retrasarían en el doble de tiempo las carteras de inversión previstas para el sector. «Yo creo que si estaban planificados para hacerlos en seis años, probablemente se harán en 12».
A pesar de que el CEO subraya los costos que trae consigo el rechazo de la termoeléctrica, aliviana sus dichos y se muestra optimista por lo estos podrían eventualmente significar para Antofagasta Minerals. «Es mejor que se demoren, porque naturalmente no queremos un exceso de producción.» Asimismo hace alusión a lo bien bien que se ha mantenido el cobre en el mercado. «Hoy el cobre es uno de los pocos commodities que se han mantenido con precios relativamente altos si comparamos con otros, como el fierro. Es más saludable que estos proyectos se vayan haciendo de forma más pausada».
Además, asegura que están mucho más optimistas en cuanto al panorama futuro de la minera de los Luksic, puesto que la empresa «tiene una secuencia de proyectos donde no nos afecta. El próximo proyecto que vamos a ejecutar es Antucoya que es una iniciativa de 80 mil toneladas de cobre al año y para eso podemos tener energía para ese proyecto».
Sin embargo, su optimismo no le permite olvidar el por qué de los retrasos en las carteras de inversión de US$ 100 mil millones para el 2020 y reitera que «si los proyectos se hicieran, no hay energía suficiente en el país».