La actividad contó con el director ejecutivo del Fosis, Claudio Storm; la directora nacional del Senama, Rosa Kornfeld, y el Seremi de Educación, Alan Wilkins, quien hizo entrega de un reconocimiento especial a los adultos mayores que participan del programa, que este año ganó el primer lugar en la categoría Educación de los premios Avonni 2012.
Al finalizar el año académico 2012 los niños y niñas que participan del Programa Asesores Senior, que desarrollan el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), y el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis), lograron subir sus notas y finalizar el año con un mejor rendimiento escolar.
Para celebrar la buena noticia, los 90 escolares beneficiados de la Región Metropolitana, junto a sus apoderados y a los 45 adultos mayores voluntarios que les brindaron apoyo escolar, disfrutaron de un entretenido día de juegos y actividades en el Centro Comunitario Carol Urzúa de Santiago, donde en medio de camas elásticas y muros de escaladas, recibieron la inesperada visita del Viejito Pascuero.
La actividad contó con el director ejecutivo del Fosis, Claudio Storm; la directora nacional del Senama, Rosa Kornfeld, y el Seremi de Educación, Alan Wilkins, quien hizo entrega de un reconocimiento especial a los adultos mayores que participan del programa, que este año ganó el primer lugar en la categoría Educación de los premios Avonni 2012.
Asesores Senior es un programa que impulsan en conjunto el Senama y el Fosis, que consiste en que personas mayores voluntarias, principalmente profesores jubilados, le entreguen apoyo escolar a niños y niñas beneficiarios del Programa Puente que cursan entre 1°y 8° Básico. El apoyo escolar se realiza una vez por semana en la casa de los niños y cada asesor senior desarrolla un plan de trabajo para cada estudiante.
El Programa Asesores Senior contribuye a la integración social de personas mayores a través de la transmisión de sus conocimientos y experiencia, fomentando el ejercicio de nuevos roles, el desarrollo de relaciones intergeneracionales y potencia una imagen positiva de la vejez y el envejecimiento. Asimismo, trabaja para que los estudiantes mejoren su rendimiento escolar y refuercen su autonomía, fomentando hábitos de estudio e involucrando a sus familias en el proceso educacional.
Gracias al programa Asesores Senior el 70% de los niños beneficiados mejora su rendimiento escolar. Al mismo tiempo, la evaluación del programa ha permitido determinar que con esta iniciativa los adultos mayores mejoran su autoestima, se sienten realizados y sienten que están contribuyendo a la sociedad.
A nivel nacional, durante 2012, el programa aumentó su cobertura llegando a 350 profesores jubilados, 150 más que el año pasado, y beneficiando a 700 niños, 300 más que en 2011.
El director ejecutivo del FOSIS, Claudio Storm, subrayó que “este programa tiene un modelo de gestión que busca contribuir a la superación de la pobreza como una manera innovadora, considerando el contacto intergeneracional,”.
“Además, este programa representa el espíritu de ayuda de las personas mayores, quienes gratuitamente entregan su conocimiento a los niños que más lo necesitan”, señaló.
Por su parte, la directora nacional de Senama, Rosa Kornfeld, sostuvo que el Programa Asesores Senior “nos ayuda a generar un cambio en la percepción que existe de la vejez y el envejecimiento. En las familias beneficiadas queda una imagen positiva de la vejez porque los mayores tienen la posibilidad de demostrar todo el potencial que tienen y son ejemplo de un envejecimiento positivo”.
Agregó que “en el marco de la Política Integral de Envejecimiento Positivo que estamos implementado, las acciones de voluntariado para personas mayores tienen un lugar destacado porque, a través de estas acciones, los mayores crean nuevas redes sociales, pueden desarrollar nuevas habilidades y continuar transmitiendo su sabiduría y experiencia”.
La voluntaria María Ramos Rojas (64), cuenta que le costó jubilar, por eso “cuando me ofrecieron participar como voluntaria me resultó muy entretenido (…) no tan sólo educamos a los niños, sino que también a sus familias. Pasamos a ser orientadores, psicólogos, asistentes sociales, porque hay tantas carencias y problemas en las familias de los niños que uno no puede dejar de involucrarse en sus realidades”.
La apoderada Marías Lobos Tapia, mamá de Matías Ibáñez (9 años), del colegio Rebeca Matte Bello, de Renca, cuenta que “Matías mejoró en matemáticas y lenguaje y este año terminó con un promedio 6.0, lo que me hace estar muy orgullosa. Además, las clases han sido súper buenas tanto para él como para mí, porque la tía se ha tomado el tiempo de enseñarme materias que lamentablemente nunca pude aprender en el colegio”.
