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Harald Beyer: “Toda la legislación de educación superior es vaga: no es que no hubiera regulación, sino que está mal diseñada”

El secretario de Estado también envía un mensaje a la Concertación, señalando que en “vez de denunciar las situaciones y mirar un poco al cielo, lo que le corresponde es reconocer que la fiscalización no fue una prioridad. Este gobierno heredó un sistema regulatorio débil y un ministerio con bastante incapacidad de fiscalizar, y eso no fue producto de la casualidad”.


El ministro de Educación, Harald Beyer, asegura haberse sentido sorprendido al ver que el proyecto de la Universidad del Mar estaba “totalmente abandonado” y que no existía interés en producir estándares razonables y eso demuestra que “Chile no tenía claros los criterios para establecer universidades, para fiscalizarlas”.

En entrevista a El Mercurio, el titular de Educación afirma que “toda la legislación de educación superior es vaga: no es que no hubiera regulación, sino que está mal diseñada”.

Además, sostiene haberse sentido descontento con el sistema de acreditación de universidades, “un poco por intuición, pero nunca pensamos que las situaciones que hoy día conocemos estaban existiendo. No teníamos ninguna sospecha en ese momento”.

Beyer también responde a la ex ministra Mónica Jiménez, quien dijo que en su momento no hubo condiciones políticas para cerrar universidades.

“Las condiciones políticas las crea uno. Lo que pasó es que no fue una prioridad. Si uno mira los programas de gobierno hacia atrás, no estaba en la agenda de nadie y de alguna forma se pecó de omisión, por así decirlo. El mejor ejemplo es la U. del Mar: 3.800 alumnos en 2002 y 22.400 cinco años después. Uno se pregunta qué hizo el ministerio. ¿Preguntó algo? ¿Vio que se estuvieran cumpliendo algunos estándares razonables? La verdad es que nada de eso ocurrió. A mí me parece que si se hubiesen hecho esas preguntas, algo de lo que hemos vivido hoy se podría haber evitado”, precisa.

El secretario de Estado también le envía un mensaje a la Concertación, señalando que en “vez de denunciar las situaciones y mirar un poco al cielo, lo que le corresponde es reconocer que la fiscalización no fue una prioridad. Este gobierno heredó un sistema regulatorio débil y un ministerio con bastante incapacidad de fiscalizar, y eso no fue producto de la casualidad”.

Respecto al funcionamiento que tendrá el Mineduc para fiscalizar, el ministro señala que a partir de la información recogida de los estados financieros se está trabajando en indicadores que dicen si existe una situación que requiere mayor atención.

“Hay instituciones estatales y privadas que tienen cuentas corrientes con sociedades relacionadas que no pagan interés y que no tienen plazos. Estamos empezando a revisar su esto beneficia a la institución o si es una forma disfrazada de extraer excedentes. Ese tipo de cosas, hasta situaciones que tiene que ver con alumnos que de alguna forma no son razonablemente bien provistos del servicio prometido. Al inicio, no teníamos los equipos para estudiar esto, ahora los tenemos y después se lo vamos a pasar a la Superidentendencia cuando se apruebe”, explica.

Además, Beyer sostiene que existen indagaciones a otras universidades y en ese sentido “estamos empezando a preguntar por cuestiones que nos parecen extrañas. Es una cosa preventiva, por así decirlo. Dependiendo de lo que contesten las instituciones, se decidirá si vale la pena una investigación o no”.

Sobre los resultados de las investigaciones a la Uniacc y a la Universidad Pedro de Valdivia, Beyer precisa que “en el caso de la Uniacc, hicimos una serie de preguntas que la institución respondió y estamos analizando en este momento las respuestas y esperamos cerrar la situación pronto. SI su respuesta es insatisfactoria, habrá procedimientos más precisos, y si es satisfactoria, se dará por cerrado. En el caso de la UPV estamos recién partiendo, y ese proceso va a tomar algo de tiempo. Acá no es rapidez, sino precisión lo que queremos”.

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