Publicidad
«Tememos una acción impune de grupos paramilitares, sobre todo si  el gobierno legitima resolver las cosas por la vía de las armas» Valentina Fabbri,observadora de DD.HH. acusada de «agitación» en La Araucanía:

«Tememos una acción impune de grupos paramilitares, sobre todo si el gobierno legitima resolver las cosas por la vía de las armas»

En medio de sus tareas como observadoras de derechos humanos en la IX Región, dos italianas fueron señaladas por el gobierno como agitadoras y acusadas de participar en manifestaciones no autorizadas, por lo que se anunció a través de los medios que serían expulsadas del país. Una de las pruebas es un video que las muestra en medio de una caminata pacífica en la que participaron cumpliendo su rol: observar. Seguimientos, petición de documentos, policías con metralletas y acoso a los comuneros que las alojaban forman parte de la historia que vivieron en Chile y que las llevó a presentar un recurso de amparo contra el ministro del Interior, Andrés Chadwick.


Mientras recogían testimonios en distintas comunidades mapuches en La Araucanía, las observadoras italianas de derechos humanos, Luisa Costalbano y Valentina Fabbri, se enteraron que el gobierno estaba tras “unos italianos” que habrían actuado como agitadores en medio del conflicto en La Araucanía y cuya expulsión del país era inminente.

“Como hablaban de italianos pensamos que no éramos nosotras. Luego supimos que había salido un reportaje en TVN mostrando imágenes de una caminata en la que estuvimos sacando fotos y documentando un evento”, explica Valentina, que por estos días sigue en Chile, pero tomando un receso de sus labores de observadora.

Ambas mujeres, que forman parte de la Comisión Europea de Derechos Humanos y Pueblos Ancestrales, y de la Asociación Nacional de Apoyo a los Nativos Americanos, habían llegado a Chile el 4 de diciembre pasado con el fin de informar y documentar la situación de los mapuches en La Araucanía, “y estar presentes en la situación de conflictos, represión, recoger testimonios y hacer informes sobre lo que viéramos”.

Cinco días antes de su arribo fue enviada una carta de presentación oficial al Ministerio de Relaciones Exteriores.

Un mes después y durante la reunión de seguridad por la Araucanía encabezada por Chadwick, empezaron a ser noticia al ser acusadas por el intendente de la zona, Andrés Molina,  de participar en manifestaciones no autorizadas en la Provincia de Malleco.

Seguimiento policial

Las acusaciones contra las observadoras de DD.HH. durante la reunión de seguridad no fue la primera señal de que eran visitas no gratas. Valentina Fabbri y Luisa Costalbano —que abandonó el país hace unos días porque venció su visa— enfrentaron seguimientos y muestras de hostigamiento policial a los pocos días de haber llegado al país. Así lo denuncian en un recurso de amparo preventivo presentado por el abogado Lorenzo Morales contra el ministro del Interior, Andrés Chadwick, situación sobre la cual Fabbri dio su versión a El Mostrador.

Según detalla la mediadora intercultural, dos días después de aterrizar en Santiago, con Luisa Costalbano partieron a Angol, donde visitaron la cárcel para conversar con huelguistas y presos mapuches. Luego, llegaron a la comunidad Temucuicui y documentaron fotográficamente la presentación de las demandas de restitución de tierras presentada por dos comunidades en el juzgado y acompañaron a las comunidades a una caminata desde la plaza a tribunales. Dicha caminata, explica la italiana de 29 años, sería parte de las “manifestaciones no autorizadas” aludidas por las autoridades.

[cita]“Estuvimos toda la mañana y parte de la tarde en una casa donde había niños pequeños. Salimos a buscar unas cosas y cinco militares bajaron de una furgoneta blindada apuntándonos con metralletas, pidiéndonos las identificaciones. En la casa donde estuvimos, dos horas después, echaron gases lacrimógenos. Además supimos que al otro día carabineros y agentes del GOPE detuvieron a dos personas de esa comunidad. Uno era un joven de 27 años que volvía de Temuco, le pidieron los documentos y empezaron a decirle frases racistas y le pegaron. Vimos el informe médico y tenía lesiones en diversas partes del cuerpo”, relata Valentina.[/cita]

El jueves 13 de diciembre, cuenta Fabbri, “nos dimos cuenta que un auto de carabineros con dos uniformados y una moto de carabineros estaban estacionados cerca de la casa”. Al salir las siguieron y les pidieron los documentos de identificación.

El viernes y mientras visitaban otra comunidad “estuvimos toda la mañana y parte de la tarde en una casa donde había niños pequeños. Salimos a buscar unas cosas y cinco militares bajaron de una furgoneta blindada apuntándonos con metralletas, pidiéndonos las identificaciones. En la casa donde estuvimos, dos horas después, echaron gases lacrimógenos. Además supimos que al otro día carabineros y agentes del GOPE detuvieron a dos personas de esa comunidad. Uno era un joven de 27 años que volvía de Temuco, le pidieron los documentos y empezaron a decirle frases racistas y le pegaron. Vimos el informe médico y tenía lesiones en diversas partes del cuerpo”, relata Valentina.

Dicho parte médico y la situación vivida por el joven, es parte de uno de los informes que alcanzaron a elaborar. Los siguientes días asistieron a diversas actividades donde grabaron, sacaron fotos y recogieron testimonios, como un juicio oral contra un comunero mapuche o una reunión sobre la instalación de un proyecto salmonero, tras lo cual “al volver a la casa donde nos quedábamos había un furgón policial esperando”.

El jueves 27 de diciembre y tras las acusaciones dadas por el gobierno en su contra “cada vez que Luisa salía al patio a fumar o mirar si había alguien veía el mismo auto estacionado afuera con una persona sentada. Al día siguiente confirmamos que era un policía en un auto particular pendiente de lo que hacíamos”, asegura Valentina.

-¿Se sintieron acosadas por la policía?
-Sí. Sabían bien donde estábamos alojadas, nos esperaban antes de entrar a la comunidad. Sabían bien donde estábamos. El hecho de que sacaron imágenes en la caminata que mostraron de Collipulli cuando fuimos a documentar con fotos, es decidor…

-¿Las atemorizó la situación?
-Sí. No estamos acostumbradas a esto en un Estado de derecho y sin haber hecho nada: seguimientos y el temor a ser expulsadas del país puede esperarse en una dictadura, pero no en un Estado de Derecho.

-¿A qué atribuyes este hostigamiento?
-Que hayan levantado falsas acusaciones contra nosotras de manifestaciones no autorizadas y agitadoras, creo que obedece a que no quieren la presencia de personas que simplemente quieren documentar situaciones y testimonios para luego mostrar la real situación que se vive en la zona.

-¿Cómo definiría la situación que se vive?
-De mucha tensión. No hemos podido recorrer todas las comunidades, pero sí recogimos testimonios en cárceles luego de allanamientos. Hay muchas acciones de violencia, tenemos informes médicos, lo que sucede a los niños, discriminación racial, amenazas de muerte escritas en las paredes contra algunos mapuches. Es una situación que actualmente está subiendo la tensión. De hecho, Chile no ha ratificado un convenio internacional contra los paramilitares y eso nos preocupa, porque tememos una acción impune de grupos paramilitares, sobre todo si el gobierno promueve y legitima resolver las cosas por la vía de las armas y citando a agricultores a armarse para tomar la ley en sus manos. Es una situación muy delicada.

-¿Crees que las autoridades no quieren que salga a la luz?
-Puede ser. En este caso lo han logrado: no hemos tenido tiempo de trabajar en nuestros informes. Una semana la perdimos en estas amenazas de expulsión. Pero luego llegará otro observador de Italia y volveremos juntos al sur. Estaré hasta fines de febrero, a principios de marzo me voy.

Publicidad

Tendencias