Si el ex ministro acepta, el diputado tendría una primaria interna a la vista
En el mundo político no es un secreto que el comportamiento del legislador socialista, que representa a la Cuarta Región en la Cámara Baja, ha significado un problema constante para los principales dirigentes de la colectividad. Su actitud de permanente desafío a la autoridad partidaria ha generado, en la Concertación, la idea de que figuras como la suya no contribuyen a mantener “un buen clima” para la llegada de Michelle Bachelet.
La disputa por las primarias parlamentarias de la oposición va generando nuevas variantes en la medida que se aproxima marzo, fecha en que se espera que la ex Presidenta Michelle Bachelet oficialice su interés por competir en los comicios de fin de año. Y mientras Santiago se convirtió en un nudo casi insalvable para el sector, está lejos de ser el único distrito o circunscripción en que la aplicación del mecanismo ha provocado diferencias e incluso, por qué no decirlo, suspicacias.
Es lo que ocurre en la Cuarta Región, donde el actual diputado socialista Marcelo Díaz pretende disputarle el cupo al senador DC Jorge Pizarro. Si hasta hace un par de meses ese era el único problema del primero, debido a la decisión de su partido de poner otra pieza en juego al inscribir al actual secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, como aspirante a la Cámara Alta, el escenario se le complicó aún más. Y no faltan los que en el PS especulan que esa es una jugada para dejar fuera de combate a Díaz, que se ha destacado estos años por una actitud de rebeldía tanto dentro de su colectividad como al interior de la Concertación.
El ex ministro fue inscrito por el partido en la lista de candidatos al Senado, pero sin especificar circunscripción. Y aunque ha trascendido que, además de la Cuarta Región, se estaría pensando en llevarlo de candidato en la Octava, lo cierto es que la mayoría se inclina porque finalmente el PS optará por la primera alternativa. El problema es que si se decide dejarlo ahí tendría que competir en primarias con el diputado Díaz, quien ya ha manifestado públicamente que no tiene problema en medirse internamente. Las suspicacias, a raíz de que la dirigencia del PS haya buscado a Insulza para lanzarlo como aspirante al Senado, surgen desde que trascendió que se hubiera pensado en La Serena. Porque en la tienda de Osvaldo Andrade, con quien Díaz tuvo múltiples y fuertes desencuentros durante el año pasado, llegando incluso a amenazar con irse del partido, se especula que el timonel “nunca ha tenido la real disposición de llevar a Marcelo de candidato a senador”. Incluso están los que dan por hecho que “si Insulza aceptara ir a primarias con Díaz, le ganaría por lejos”, aunque no es una postura generalizada dentro de la tienda.
Entre quienes comparten habitualmente con el diputado y que pudieron observar desde la primera fila los desencuentros de Díaz con la dirigencia del partido y, particularmente su timonel, admiten que para un sector del socialismo enfocado en “generar el mejor clima posible” para el aterrizaje de Bachelet en marzo próximo, el díscolo legislador ha sido un permanente dolor de cabeza. Por lo pronto, si bien nunca concretó su renuncia al partido, porque según se rumorea al interior del PS justamente se le comprometió la candidatura a la Cámara Alta, sí se dio el lujo de renunciar a la vicepresidencia por diferencias políticas. Situaciones como esta le han granjeado el aparentemente merecido mote de ‘rebelde’. Y esa calidad es también la que lo convierte en un problema para los que, en la oposición, están convencidos que el “orden” al interior del pacto es imprescindible para que Bachelet acepte liderar a la oposición en los comicios de fin de año.
Uno de los diagnósticos que alcanzó más consenso tras el triunfo de la derecha en la pasada presidencial, era que los díscolos generaron una fuerte sensación de desorden al interior del pacto y que, justamente, esa percepción habría provocado la falta de confianza de parte del electorado de que un nuevo gobierno de la Concertación pudiera hacer un buen trabajo. De ahí, explican en la coalición opositora la necesidad de ofrecer a Bachelet “una lista parlamentaria que le asegure un respaldo total. Porque no sólo queremos ganar, queremos poder implementar un programa que represente al gobierno. Pero también que esté enfocado en darle solución a los problemas que la ciudadanía ha ido poniendo sobre la mesa durante estos últimos tres años. No queremos una oposición dentro del oficialismo, como vemos que le ha pasado al gobierno de Piñera”.
[cita]Uno de los diagnósticos que alcanzó más consenso tras el triunfo de la derecha en la pasada presidencial, era que los díscolos generaron una fuerte sensación de desorden al interior del pacto y que, justamente, esa percepción habría provocado la falta de confianza de parte del electorado de que un nuevo gobierno de la Concertación pudiera hacer un buen trabajo. De ahí, explican en la coalición opositora la necesidad de ofrecerle a Bachelet “una lista parlamentaria que le asegure un respaldo total”.[/cita]
Y esa certeza es la que, aparentemente, no entrega el diputado Díaz. Pero sí el actual secretario general de la Organización de Estados Americanos. De ahí que en el propio partido se especule que la decisión de la directiva, de inscribir a Insulza en ausencia, dejando abierta la circunscripción, apunte directamente a encontrarle un digno adversario al diputado en una primaria para bloquearle la llegada al Senado. Aun cuando el vicepresidente del PS, también diputado y cercano a Díaz, Alfonso de Urresti, consultado acerca de las razones que pudiera haber detrás de la actuación de la directiva que integra sobre todo si se considera que la colectividad aún no fija la fecha para la realización de las primarias parlamentarias, señaló que su partido “tiene un itinerario y esperamos que se puedan hacer las primarias lo antes posible”. No obstante, no quiso hacerse cargo de las especulaciones que se tejen en la tienda a partir de la inscripción de Insulza como candidato. Sobre todo cuando también están los que, entre otras cosas, irónicamente recuerdan que “estamos en una etapa en que la gente pide caras nuevas en la política. Está cansada de ver a los mismos de siempre. Y no digamos que Insulza es precisamente un novato”.
En cambio, entre quienes defienden la opción del “Panzer” sostienen que con él, la oposición podría asegurarse un doblaje en la Cuarta Región, porque haría una “dupla poderosa” con el actual senador por la zona, el DC Jorge Pizarro. Algo de especial relevancia, dado que la mayoría de los cálculos que maneja hasta ahora la Concertación es que no se mantendría el doblaje alcanzado el 2005 en la Octava Región Costa con los senadores Alejandro Navarro (entonces PS) y Hosaín Sabag (DC). Adicionalmente, explican la confianza depositada en Insulza en que al diputado “le fue re mal en las municipales”, aludiendo a los resultados del distrito que representa —La Serena, Andacollo, La Higuera, Paihuano y Vicuña—. Aunque a pesar de eso, antes de que Insulza entrara al juego, ya había quienes en la Concertación hablaban de un posible doblaje con la dupla Pizarro-Díaz.
