Chile es uno de los países con mayor productividad en pescados y mariscos, pese a ello, su consumo es bajo aún sabiendo los múltiples beneficios que estos alimentos poseen.
Un asado de mariscos, un caldillo de congrio, el tradicional arroz con choritos, las maravillosas machas a la parmesana o el manjar de comer camarones salteados, al pil pil o dentro de una palta. Son sin duda algunos de los platos que se pueden degustar durante todo el año en nuestro país, pero es en los días en que se celebra semana santa que renacen estos manjares en las mesas de casi todos los chilenos.
El gerente general de Mar Verde, Francisco Pérez, afirma que “Chile es un país rico en la producción de mariscos y pescados, pero lamentablemente el alto índice de contaminación en los mares chilenos obligan a consumir estos alimentos con un proceso de cocción para evitar efectos secundarios en la salud”.
«No nos cansamos de explicar que antes de llevarlos a la mesa estos deben ser bien lavados y coserlos cuando son crudos», agrega.
El ejecutivo asegura que “pese al proceso que estos productos tienen no pierden su sabor, beneficios y altos contenidos proteicos, tienen bajos porcentajes en grasas, y las que tiene son de muy buena calidad; en el caso de los pescados es la primera fuente natural de los ácidos grasos Omega 3 que potencian en el ser humano un crecimiento sano, una estructura más sólida y hormonas equilibradas”.
Peréz además señala que “La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan el consumo de los productos del mar porque ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y cáncer a la próstata entre otras enfermedades; por lo tanto, hacemos un llamado a consumir no sólo en semana santa estos alimentos, sino durante todo el año, para potenciar una buena salud.