Opción fue analizada ayer por el Presidente Piñera y sus ministros
En el gobierno dudan que la oposición retire la acusación si da un paso al costado, porque ven que la sintonía con el movimiento social en la demanda antilucro le reporta dividendos a este sector —precisaron en Palacio— en un año electoral. No ven sentido a que el ministro se inmole renunciando, si consideran inviable que la oposición aborte el libelo antes de este jueves 11, cuando está convocada una marcha de estudiantes.
Se barajó y se analizó la posibilidad —sin embargo hasta ahora está descartado— que el ministro de Educación, Harald Beyer, renuncie a su cargo, para evitar una eventual destitución en el Senado si se aprueba la acusación constitucional en su contra. Es más, la propia vocera de La Moneda, Cecilia Pérez, sentenció que el secretario de Estado “va a llegar hasta el final”.
La posibilidad de la renuncia fue un tema discutido y analizado el jueves último después que la Cámara de Diputados aprobara la acusación contra Beyer. Fue parte del debate en las varias conversaciones de los ministros políticos con el Presidente Piñera y el suspendido Beyer, sobre todo porque si el Senado aprueba el libelo, este quedará inhabilitado por cinco años de ejercer cargos públicos.
La renuncia es una fórmula que además busca evitar la derrota política pública del gobierno con la destitución de su ministro, lo que de concretarse será una estocada política bastante dolorosa.
Pero la conclusión fue que no renuncie. En el oficialismo explicaron que por ahora la estrategia será mantener a Beyer como una “víctima política” de intereses electorales de la oposición, fortaleciendo e insistiendo el discurso que ha sido el único que realmente ha fiscalizado la educación superior privada.
En paralelo, el oficialismo también seguirá recurriendo a la vía de acudir a rostros emblemáticos de la Concertación, ex ministros, que critiquen públicamente la falta de argumentos del libelo, como hasta ahora lo han hecho Mariana Aylwin, Sergio Bitar y Pilar Armanet, con la perspectiva de hacer ruido en las filas opositoras.
La ministra Pérez dijo que La Moneda espera que en el Senado “impere la justicia” y que la decisión de Beyer de seguir hasta el final, “cuenta con el respaldo y admiración del Presidente y el gobierno”.
Eso sí, no se amarró a cambios en el escenario, como la posibilidad que la oposición retire la acusación, si Beyer renuncia al ministerio antes que el Senado vote el tema. “No nos manejamos en escenarios hipotéticos”, precisó escueta la vocera sobre esa opción.
Desde ayer ha rondado en Palacio el fantasma de la destitución que la derecha impulsó el 2008 contra la ministra de Educación, Yasna Provoste, a quien se le ofreció que si renunciaba se retiraba el libelo en su contra. Fueron varias las peticiones que se le hicieron entonces a Provoste para que aceptara dicha fórmula y diera un paso al lado voluntariamente, pero ella no aceptó y finalmente fue destituida.
Lo cierto es que en el gobierno dicen que en el caso de Beyer dudan realmente que la oposición retire la acusación si renuncia, porque ven que la sintonía con el movimiento social en la demanda anti lucro le reporta dividendos a este sector —precisaron en Palacio— en un año electoral. No ven sentido a que Beyer se inmole renunciando, si consideran inviable que la oposición aborte el libelo antes de este jueves 11, cuando está convocada una marcha del movimiento estudiantil.
Esa sintonía entre la oposición y el movimiento social en el discurso anti lucro es evidente. Basta ver la encuesta Adimark dada a conocer este viernes, en la cual Beyer obtuvo la peor evaluación de todo el gabinete: un magro 28 %.
Pasadas las 14:00 horas, Beyer ingresó a La Moneda para asistir a una reunión almuerzo con el Presidente Piñera. Al llegar dijo que estaba “tranquilo” y aseguró que “no he considerado” renunciar.
