Uno de los denunciantes del caso Karadima cuestionó que el ex arzobispo de Santiago fuera designado en la comisión papal para reformar la curia, por cuanto «no se hizo cargo de las denuncias de abusos sexuales” contra religiosos.
El filósofo José Andrés Murillo, uno de los denunciantes de los abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima, cuestionó duramente la designación del ex arzobispo de Santiago Francisco Javier Errázuriz como integrante del grupo asesor que conformó el Papa Francisco para reformar la curia romana.
En declaraciones a la radio Futuro, Murillo recordó que el Errázuriz no tomó cartas en el asunto a pesar que estuvo al tanto durante siete años de los hechos que finalmente llevaron al Vaticano a declarar al ex párroco de El Bosque culpable de abusos sexuales contra menores.
«Tuvo en sus manos todas las evidencias en 2003 y no hizo nada hasta 2010”, afirmó, y no dudó en señalar que el ahora obispo emérito «representa el lado más cobarde de la Iglesia Católica, porque no se hizo cargo de las denuncias de abusos sexuales” contra religiosos.
