Bianchi y Sabag mantuvieron la incertidumbre pero finalmente aprobaron
Aunque los primeros dos capítulos de la Acusación Constitucional contra el secretario de Estado fueron rechazados, el tercero sobre el incumplimiento de su papel fiscalizador en el Mineduc fue aprobado por 20 votos a favor y 18 en contra. [Actualizada]
Por 20 votos a favor y 18 en contra la sala del Senado destituyó este miércoles al ministro de Educación, Harald Beyer, tras una maratónica jornada en la que todos los miembros de la Cámara Alta entregaron sus argumentos respecto de la Acusación Constitucional contra el secretario de Estado.
De este modo, y tal como ocurrió hace cinco años con la entonces titular de Educación Yasna Provoste, Beyer quedará inhabilitado de ejercer cargos públicos durante los próximos cinco años.
La destitución se definió tras la votación del tercer capítulo del libelo que acusa a Beyer de no haber ejercido las tareas de fiscalización de su cartera, sobre todo en materia de educación superior.
Clave fueron los votos del senador independiente Carlos Bianchi y el DC Hosain Sabag. Este último había advertido que resolvería “en conciencia” y sin órdenes de partido y que consideraba que dar luz verde a la acusación era «inútil» y que la sanción de no poder ejercer cargos públicos durante cinco años era una sanción «desproporcionada».
Y si bien afirmó que el tercer capítulo era el que contenía la «acusación más plausible», igualmente sembró la incertidumbre en su sector al cuestionar que se hiciera hincapié en la falta de fiscalización ahora, «cuando el tema del lucro en la educación vuelve a tomar fuerza por la cercanía de las elecciones”.
Bianchi, en tanto, fue el último en intervenir debido a que más temprano, cuando le correspondía hacerlo, no se encontraba en la sala. Su argumentación la hizo tras conocer la decisión del senador DC Patricio Walker de rechazar en su totalidad el libelo acusatiorio.
Frente a ello, y en tono dramático, lamentó tener sobre sus hombros la responsabilidad de resolver la situación de Beyer, pero afirmó que había llegado a la convicción de que efectivamente el ministro había dejado de ejercer su rol de velar por terminar con el lucro en la educación chilena.
Cuando los legisladores se disponían a votar, pidió la palabra para insistir en la propuesta que había hecho un momento antes para que Beyer, «en un gesto al país», presentando su renuncia para evitar la inhabilitación de cinco años. El presidente de la Corporación, Jorge Pizarro (DC) aceptó una petición de los senadores independientes y llamó a una reunión de comité de cinco minutos, luego de lo cual, tal como estaba previsto se procedió a la votación.
Es así como el primer capítulo del líbelo que lo acusaba de infringir los principios de probidad, fue rechazada por 25 votos contra 13. Y el segundo, que lo acusaba de no ejercer el control jerárquico del Mineduc, se rechazó por 28 votos contra 10.
Las dudas respecto a cómo votarían los senadores de la bancada DC comenzaron a despejarse temprano, cuando la senadora Soledad Alvear anunció su voto a favor de la acusación. Para ello, y no sin antes enfatizar que tenía le mejor impresión de Beyer como académico y como aporte a la discusión sobre cómo mejorar la educación en Chile, fundamentó que existían los antecedentes jurídicos que demostraban que Beyer infringió las leyes o las dejó sin ejecución, al no denunciar en los plazos establecidos por la ley las irregularidades que se estaban cometiendo al interior de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA).
“Cuando hay antecedentes de la existencia de delitos para una autoridad pública, no hay nada que interpretar, sólo cabe actuar. Lamentablemente frente a antecedentes concretos y explícitos de cohecho en materia de acreditaciones universitarias, el ministro Beyer omitió un deber de denuncia”, argumentó.
Antes de la sesión de hoy, el presidente de la FECh dijo en una entrevista a El Mostrador, que «la Concertación le ha dado mucho tiempo vuelta la espalda al movimiento estudiantil y, por cierto, que no aprobar la acusación sería hacerlo otra vez. No sacar a Beyer sería una nueva traición de la Concertación», enfatizó.
No obstante afirmó que «nuestras movilizaciones no son contra un ministro sino que contra un modelo y, por lo tanto, no tiene sentido estar con una mano echando a Beyer y con la otra aprobando su agenda legislativa con una superintendencia que viene a blanquear el lucro, con una ley de acreditación que es una estocada a la educación pública y con una ley de financiamiento que pretende que un numerito, que un polinomio, venga a medir una carrera y, por lo tanto, a estandarizar cosas que son incomparables».
Finalmente, resaltó que «el movimiento estudiantil ha demostrado que con sus movilizaciones y transformaciones es capaz de correr lo que es posible y correcto en Chile. Hace cinco años era imposible pensar que un ministro podía irse por el tema del lucro y hoy eso está a punto de suceder».
El 4 de abril la Cámara de Diputados aprobó la acusación por 58 votos contra 56. La acusación constitucional fue presentada el 20 de marzo por los diputados Ricardo Rincón (DC), Sergio Aguiló (IC), Fidel Espinoza (PS), Rodrigo González (PPD), Hugo Gutiérrez (PC), Carlos Abel Jarpa (PRSD), Manuel Monsalve (PS), Marco Antonio Núñez (PPD), Gabriel Silber (DC) y Alejandra Sepúlveda (Ind).
A Beyer, el tercer ministro de Educación del Presidente Sebastián Piñera, siempre se le había reconocido como uno de los hombres que más sabe del tema en el país. Estudió ingeniería comercial en la Universidad de Chile y tiene un doctorado en economía por la Universidad de California. Destacado investigador del Centro de Estudios Públicos, en 2006, integró el Consejo Asesor Presidencial de Educación, que impulsó Michelle Bachelet frente a la «revolución de los pingüinos» y también formó parte de las comisiones de Reforma Previsional, y de Trabajo y Equidad, convocadas por la ex mandataria.
Posteriormente, en 2009 coordinó el Área Educación de los grupos «Tantauco», desde donde se gestó el programa de gobierno para la candidatura presidencial de Sebastián Piñera. Tras las salidas de Joaquín Lavín y Felipe Bulnes del Mineduc, Beyer llegó a conducir la Secretaría de Estado imponiendo sus criterios técnicos, mientras el movimiento estudiantil se constituía en el principal actor político de los últimos años.
La consigna de universitarios y secundarios contra el lucro en la educación adquirió fuerza ante el escándalo por el caso de supuesta corrupción en la CNA y la investigación que generó el cierre de la Universidad del Mar. El oficialismo reclamaba que se acusó a Beyer de permitir el lucro en los planteles a pesar de haber impulsado tan drástica medida en contra de la U. del Mar.
