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Walker explica su voto en contra de acusación a Beyer y dice que “no es caja de resonancia de los movimientos sociales”

El senador DC explicó que no recibió ningún tipo de presión para aprobar el libelo, afirmando que “algunos trataron de convencerme de su argumento jurídico, algunos estimaban que era positivo que todos votáramos en la misma línea, pero respetaron que yo votara de acuerdo a mi conciencia y convicción jurídica, y cuando supieron que mi decisión era definitiva e irrevocable no hubo intento adicional de persuadirse”.


El senador DC, Patricio Walker, quien fue el único parlamentario de la oposición que votó en contra de la acusación constitucional que destituyó al ministro de Educación, Harald Beyer, aseguró estar consciente de que pagará los costos políticos por sufragar en contra del libelo, pero advirtió que un legislador no debe ser “la caja de resonancia de los movimientos sociales”.

En entrevista con El Mercurio, Walker explica que en una reunión sostenida con senadores DC, Hosain Sabag dio a conocer su posición a favor del libelo, “pensé que mi voto iba a salvar a Harald Beyer, porque no sabía que Carlos Bianchi aprobaría la acusación”.

Sin embargo, precisa que es normal que hayan fallos divididos, ya que “nosotros teníamos que resolver como tribunal, como una especie de Tribunal Constitucional, como dijo su ex presidente Juan Colombo. Estoy muy consciente de ese rol y considero legítimo que existan distintas interpretaciones jurídicas, porque ésta no fue una acusación frívola ni liviana, el tercer capítulo tenía en algunos aspectos un grado de plausibilidad. Pero el nivel de convicción de un juez constitucional que resuelve como jurado tiene un estándar mayor de un fiscal, debíamos resolver sin ningún cálculo político y sin medir las consecuencias que podían provocar”.

Asimismo, señala que el capítulo 3 de la acusación era el que tenía mayor fundamento, pero no el suficiente para que lo votara a favor, agregando que “no hubo estrategia de concentrarse en el capítulo 3 para que cayera Beyer”.

Walker también explica que no recibió ningún tipo de presión para votar a favor del libelo, afirmando que “algunos trataron de convencerme de su argumento jurídico, algunos estimaban que era positivo que todos votáramos en la misma línea, pero respetaron que yo votara de acuerdo a mi conciencia y convicción jurídica, y cuando supieron que mi decisión era definitiva e irrevocable no hubo intento adicional de persuadirse”.

El senador falangista también expresa no haber recibido presiones de parte de los líderes estudiantiles, quienes estuvieron activos en los pasillos del Congreso.

“Los estudiantes plantearon legítimamente sus puntos de vista. El presidente de la FEUC, Diego Vela, me pidió conversar, lo escuché y le agradecí conocer sus argumentos, pero le dije con toda claridad que votaría de acuerdo a mis convicciones y al mérito jurídico de la acusación, no por cálculo”, sostuvo.

En tal sentido, el DC precisa que en rol de senador “no es ser caja de resonancia de los movimientos sociales sino que cumplir con mu obligación constitucional”.

Además, menciona que sería lamentable que algunos senadores hayan votado pensando en su reelección, debido a que “en política no se puede actuar en temas tan de fondo, valóricos, con la calculadora en la mano. Quienes me conocen saben que actúo siempre por convicción, en el pasado y estando ad portas de una reelección, tomé posiciones impopulares en temas que involucraban la dignidad de personas afectadas por acusaciones infundadas y que no respetaban la presunción de inocencia”.

Walker también explica que su decisión de votar en contra del libelo tendrá costos políticos “que voy a pagar, para nadie es grato que le digan traidor por la televisión y escucharlo junto a sus hijos”.

Matthei y sus dichos

Respecto a las declaraciones hechas por la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, quien acusó directamente a la candidata Michelle Bachelet de la destitución de Beyer, Walker señala que la secretaria de Estado “no tiene filtro”.

“En el pasado hizo acusaciones muy ligeras sin dar pruebas, hoy tampoco puede hacer una acusación tan grave sin dar las pruebas. No fui presionado por nadie, ni por la ex Presidenta Bachelet ni por su círculo cercano, es una denuncia temeraria, infundada y que se suma a un cúmulo de errores por parte del gobierno”, argumenta.

Y añade que “eso se suma a la provocación que fue la instalación de la política del “desalojo”, como ocurrió hace 5 años cuando la derecha destituyó a Yasna Provoste en una acusación mucho más débil que ésta”.

“Se suma a actitudes tan torpes y bajas como elegir en la vicepresidencia de la Cámara de Diputados a una persona condenada por fraude al fisco, que debe millones a un municipio, para conseguir su voto y salvar a Beyer. El gobierno debería ser un poquito más autocrítico y menos soberbio”, explica.

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