El escritor apuntó a cómo, durante el último tiempo, las polémicas por cupos parlamentarios al interior del Partido Socialista han ido opacando la campaña de la ex Presidenta.
En la sección «Editorial» del medio The Clinic, su director Patricio Fernández, se refirió al complejo proceso que está sufriendo la centro izquierda política y sus abanderados, en plena carrera presidencial y ad portas de la realización de primarias el próximo 30 de junio, en las que competirán Michelle Bachelet (PS, PPD y MAS), José Antonio Gómez (PRSD), Claudio Orrego (DC) y Andrés Velasco (Independiente). «Está generando más ruido que nueces. No ha conseguido cuajar en un proyecto común. Cada caballo empuja su carreta», señala el escritor escritor en su misiva, asegurando además que de esto nadie se salva. Ni siquiera el PS.
«En el Partido Socialista, las distintas patotas se están arrancando los ojos. Los escalonistas prefieren defender a su líder que a la mismísima Bachelet. Ella, por su parte, parece fondeada en medio de la ventolera. El barco de su candidatura no se atreve a zarpar», señala Fernández, quien a comienzos de abril realizó a la ex Mandataria la primera entrevista que esta dio a un medio escrito tras su arribo de vuelta a Chile.
Fernández reparó en cómo los recientes conflictos que ha vivido el colectivo socialistas a raíz de las disputas por los cupos senatoriales en las regiones de Los Lagos y Los Ríos han afectado la campaña de Bachelet. «Apenas hemos escuchado la voz de Bachelet, y pocos hablan orgullosamente en nombre suyo (…). No lo está pasando bien, y no suelen ser atractivas las fiestas en casa de los sufrientes. De la campaña del terror en contra suya se ha encargado la Concertación», asegura.
«Escalona nos contó que el partido político que hasta hace poco presidía, es una banda de delincuentes que se roban las urnas para las elecciones», asegura y agrega que «Evelyn Matthei, haciendo eco de sus palabras, trató al actual cabecilla de los socialistas de “concha de su madre». Por último, Fernández se cuestiona por qué a la ministra del Trabajo se le castigó con reprimendas mientras al senador de Los Lagos, la denuncia se le premió con un escaño.
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