Al parlamentario y comandante (r) del Ejército se le acusa de haber encabezado el ataque a un domicilio en Neltume, en septiembre de 1981, donde murieron acribillados tres miembros del MIR.
La ministra de la Corte de Apelaciones de Valdivia, Ema Díaz, acogió a trámite la solicitud de desafuero en contra del diputado de RN, Rosauro Martínez. Así lo confirmó la tarde de este lunes radio Bío Bío.
En consecuencia, la solicitud pasará ahora a ser revisada por la Corte de Apelaciones. El abogado de la causa, Eduardo Contreras, aseguró que si bien en un comienzo la ministra había declinado la tramitación del desafuero, finalmente revocó su decisión tras sendos escritos.
El desafuero de Martínez fue solicitado los abogados querellantes del caso del asesinato de tres militantes de izquierda a manos de militares en 1981, cuando el parlamentario se desempeñaba como capitán del Ejército y habría comandado la acción en un sector rural del sur de Chile. Se trata de los activistas del MIR Eugenio Monsalve Sandoval, Próspero Guzmán Soto y Patricio Calfuquir Henríquez.
Con esto los abogados buscan que Martínez pierda su fuero parlamentario y pueda ser juzgado por los cargos que se le imputa. Una vez acogido a primer trámite la medida, la Corte de Apelaciones deberá ponerla en tabla y contará con diez días para que sea alegada.
En septiembre de 1981, tres miembros del MIR fueron asesinados en Remelco Alto, en la región de Los Lagos, en las cercanías de Neltume. Eugenio Monsalve Sandoval, Próspero Guzmán Soto y Patricio Calfuquir Henríquez fueron abatidos a tiros mientras dormían. Según testimonios que recoge la investigación judicial, al mando de la operación estaba del comandante Rosauro Martínez.
Al parlamentario se le conocía en el Ejército como El Mosquetón. Él estaba al mando del destacamento de Tropas Especiales de la Compañía de Comandos N°8 de Valdivia que llegó hasta el recinto donde se encontraban los miristas, en medio de la Operación de Contraguerrilla Machete, como la denominó oficialmente la Comandancia en Jefe del Ejército.
Esa mañana, una vez Martínez dio la señal pertinente, los comandos abrieron fuego con fusiles automáticos y una ametralladora punto 30 instalada en lugar estratégico. Patricio Calfuquir y Próspero Guzmán murieron sólo en minutos atravesados por las balas. Eugenio Sandoval, alcanzó a huir, herido, por una ventana posterior. Sin embargo, lo encontraron a pocos metros aún con vida oculto entre unos coligües. Le dispararon directo a la cabeza y lo mataron, según señala la investigación judicial.
