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La desesperada carrera contra el tiempo de Longueira y la UDI “No hay una maquinaria funcionando como antes”, reconocen en el gremialismo

La desesperada carrera contra el tiempo de Longueira y la UDI

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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La sorpresiva salida del gabinete de los ministros Lavín y Cruz-Coke mostró una UDI lenta, reactiva, lejos de su histórica capacidad de marcar la pauta política al resto. Todo parte de un clima de preocupación en el cual se admite la incertidumbre respecto al resultado de la primaria con Allamand. De ahí la apuesta por reducir la cantidad de electores de la misma, bloqueando la franja electoral y buscando apoyo de militares en retiro.


“La idea original era que se iba a ir (del gabinete) después de las primarias, cuando Pablo (Longueira) hubiera ganado”, con estas palabras un parlamentario de la UDI deja ver la sorpresa que causó el jueves pasado la salida de Joaquín Lavín del Ministerio de Desarrollo Social para integrarse de lleno al equipo presidencial del ex titular de Economía. Lo que también es interpretado por algunos como una señal de que la campaña no va tan bien como se esperaba a estas alturas. Aunque la ventaja que el abanderado de RN marca en algunas encuestas que se manejan, se atribuye a que el ex ministro “lleva muchos meses de atraso respecto de Andrés (Allamand)”; lo cierto es que, lejos de lo que se esperaba, el partido más grande de Chile ha perdido su reconocida capacidad de interpretar la realidad política del país. Asimismo, tampoco ha demostrado tener la iniciativa y, con ello, obligar a su adversario a seguirle el paso de aquí al 30 de junio. Ahora, por el contrario, se limita a ir detrás de RN.

De ahí la relevancia de que la UDI haya reaccionado, sacando sorpresivamente del gabinete a Lavín, sólo cuando sus aliados decidieron que había llegado el momento de que Luciano Cruz-Coke pusiera su naciente capital político al servicio de la candidatura de Allamand, a través de Evópoli. La otra lectura que se hace desde fuera de la casona de calle Suecia, es que el cambio repentino de Lavín por Francisco de La Maza, a la cabeza del equipo, constituye no solamente una nueva estrategia —a escasas tres semanas de la primaria—, sino una muestra clara que esta elección ha provocado un cambio más profundo: la UDI está volviendo a sus orígenes. Se replegó porque se ha sentido amenazada una y otra vez en medio de la campaña presidencial, por sus históricos rivales. Uno de los hechos que más se destacan, desde Longueira hacia abajo, es que “no hay que olvidar que Joaquín estuvo a punto de ser Presidente y, aunque no llegó, rompió los tres tercios en este país”.

 Lavín al rescate

Lavín, explican en la UDI, es parte del grupo original del partido, de los fundadores que conocieron de cerca a Jaime Guzmán. Es de aquellos que se han esforzado para que el partido crezca y represente las ideas de su creador. En cambio, De la Maza siempre ha tenido un perfil no sólo más liberal, sino más pragmático. Demás está recordar su periodo rebelde tras el cual estuvo largo tiempo alejado de la tienda. Pero en medio de la disputa con RN, que ha traído a la memoria las más emblemáticas de las dos últimas décadas —entre ellas las del 2005—, se requiere “más una mirada como la de Lavín”, dice un antiguo militante de la colectividad. Señal de que las cúpulas gremialistas están preocupadas. Porque aún hay quienes piensan que tras el cambio de candidato, la campaña no ha tomado el impulso que se esperaba; que se está arriesgando la parlamentaria, no sólo la presidencial; y, que la primaria está resultando tan disputada que, aun cuando Longueira fuera el que llegara a noviembre, es altamente probable que no contaría con todos los votos de RN para intentar pelear por la Presidencia de la República. Lo propio ocurriría a la inversa, si el triunfador resultare ser Allamand, tal como indican actualmente las cifras.

[cita]Y “la guinda de la torta”, comenta en RN, es la negativa de la UDI de aprobar el proyecto que permite que haya una franja electoral para las primarias. Esta semana se reingresó la iniciativa y sólo contó con los votos de la oposición y Renovación Nacional. Como no es novedad, los dardos de la tienda de Larraín apuntan, como en tantas otras oportunidades, hacia el ministro de la Segpres Cristián Larroulet. Un dirigente de la colectividad afirma que “la UDI cuenta con la complicidad de Larroulet para evitar que haya franja. La UDI prefiere que la gente vote desinformada, si es que va a votar”. [/cita]

Por lo mismo, la necesidad de la UDI de reforzar la campaña de Longueira, reaccionando a la salida de Cruz-Coke, de la que se habrían enterado por la prensa, los llevó a actuar improvisadamente. En este contexto, las señales de que es necesario reforzar el aparato de campaña se suceden una tras otra. La necesidad imperiosa mostrada desde la UDI para forzar a Laurence Golborne a que diera un respaldo explícito y público a la candidatura del ex titular de Economía, sobre todo después que sus duras palabras, en sendas entrevistas en El Mercurio y TVN, fueron interpretadas por el mundo gremialista como un imperativo de recuperar al electorado que tras la bajada de Golborne “se sintió huérfano de candidato. Principalmente en el mundo de centro al que aspiramos llegar”. De hecho, un parlamentario de la tienda admite que tras el episodio, incluso dentro del gremialismo “quedaron personas un poco enojadas, pero eso ya pasó”, agregando que “estoy bastante optimista, porque las últimas señales de Laurence son bien distintas a las primeras”. Además alude al hecho muy bien captado en la casona de calle Suecia que, tras su bajada, el ex titular de Obras Públicas se mantuvo hermético, cuando no hizo duras declaraciones sobre lo sucedido.

Otro problema con el que las cúpulas gremialistas han debido lidiar en esta campaña es la falta de agilidad de las estructuras. Un militante que conoce muy bien el partido por dentro, admite que “es cierto que no hay una maquinaria funcionando como antes”. Que “a la UDI le está costando moverse”, pero inmediatamente aclara que eso se está reemplazando con la utilización de “las redes sociales, que multiplican los adherentes de manera exponencial”. En este escenario, la inesperada salida de Lavín no ha hecho más que afianzar la idea de que es necesario reforzar el comando de Longueira. Porque tras la ignominiosa bajada de Golborne “quedó gente muy molesta y hay procesos que toman tiempo”, como reconoce un antiguo militante gremialista. Pero tiempo es algo que no le sobra al abanderado. Tal vez si se hubiera optado por pasar directo a noviembre se podría haber tomado la campaña con más calma, desliza uno de los férreos defensores de esa tesis en la UDI. Y mientras algunos reconocen lo lento que está agarrando cuerpo la campaña, otros advierten con insistencia que Longuiera partió mucho más tarde que Allamand, por lo que “es obvio que estamos más atrás en las encuestas, pero no por mucho” y un senador advierte que “caballo pillado, caballo pasado”, porque en una semana, añade, las encuestas pueden cambiar mucho.

 Optimismo en RN

Sea como sea este jueves los candidatos del oficialismo que aspiran a reemplazar a Sebastián Piñera en La Moneda, deberán enfrentar posiciones. Algo que no se ha visto nítidamente desde la brusca bajada de Golborne. Ese día, Allamand tendrá la obligación de explicar cuáles son las diferencias entre ambos, que incentivarán al electorado de derecha y centroderecha a optar por uno de los dos. Porque desde que el nuevo abanderado gremialista entró en escena, el aspirante de Renovación no ha hecho los mismos esfuerzos en mostrar sus fortalezas y las debilidades de su contrincante. El punto es que se están disputando el mismo electorado. Allamand no ha logrado virar al centro todo lo que hubiera querido tras el cambio de candidato en la UDI. Ese es el trabajo que espera haga Cruz-Coke.

Las reuniones secretas que Longuera ha sostenido con diferentes grupos de uniformados en retiro tampoco han pasado desapercibidas para RN. En la casona de Antonio Varas tienen la convicción de que el presidenciable gremialista está “tratando de convencer a sectores que él cree que son voto seguro, porque quiere que las primarias se centren en un universo lo más chico posible. O sea, los militantes de partido y los uniformados en retiro. Aunque públicamente dicen apoyar las primarias, hacen todo para que en este proceso queden deslegitimadas para siempre”, afirma un diputado de RN, quien subraya que en su partido, “queremos unas primarias amplias. Para nosotros es bueno que mucha gente vote en las primarias y que no se imponga el acarreo”.

Y “la guinda de la torta”, comenta en RN, es la negativa de la UDI de aprobar el proyecto que permite que haya una franja electoral para las primarias. Esta semana se reingresó la iniciativa y sólo contó con los votos de la oposición y Renovación Nacional. Como no es novedad, los dardos de la tienda de Larraín apuntan, como en tantas otras oportunidades, hacia el ministro de la Segpres Cristián Larroulet. Un dirigente de la colectividad afirma que “la UDI cuenta con la complicidad de Larroulet para evitar que haya franja. La UDI prefiere que la gente vote desinformada, si es que va a votar”.

Este es el ambiente que acompañará a los aspirantes oficialistas al debate del próximo jueves 13 de junio organizado por Canal 13 y CNN Chile. Aunque en la casona de Antonio Varas 454 van a llegar también convencidos de que tienen la primaria en el bolsillo.

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