Fue ministro del Interior de Bachelet cuando carabineros asesinó al mapuche Jaime Mendoza Collío
Explicó que Bachelet deberá asumir las demandas ciudadanas que forman parte de los ejes de su programa como la reforma educacional, la reforma tributaria y las reformas políticas, pero admite que su capital político le da una capacidad superior a la que han tenido los otros mandatarios para decidir y que la representación parlamentaria será el camino para que los partidos puedan influir en su mandato.
El ex ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, advierte al mundo político que debe escuchar las demandas que hace la ciudadanía, pero que no tiene que seguirla y señala que existen grupos radicalizados que creen que la forma de llamar la atención es “haciendo daño y destruyendo la propiedad privada”, pero que en definitiva lo único que afectan es al movimiento social y que continuará mientras no reaccionen.
Pérez Yoma menciona que la calle ha tomado una importancia relevante en el mundo actual, lo cual se suma a la capacidad de las redes sociales para organizarse y comunicarse y, por lo tanto, “es necesario idear nuevas maneras de enfrentar y adaptarse a este fenómeno”.
Sin embargo, advierte al mundo político que debe escuchar a la ciudadanía que se manifiesta en las calles, pero no tiene que seguirla.
“Hay grupos muy radicalizados que crecientemente creen que la forma de llamar la atención es haciendo daño y destruyendo la propiedad privada, son siempre los mismos y le hacen un daño gigantesco a su propio movimiento. Esto continuará mientras no reaccionen”, explica.
Pérez Yoma fue ex ministro del Interior durante el gobierno de Bachelet y fue cuestionado junto al comisionado presidencial para Asuntos Indígenas, Rodrigo Egaña, por sus eventuales responsabilidades en el conflicto de la Región de La Araucanía y que estuvo marcado por la muerte del comunero mapuche, Jaime Mendoza Collío.
Mendoza Collío fue muerto por la espalda a raíz de un disparo efectuado por el cabo primero de Carabineros Miguel Patricio Jara Muñoz, el 12 de agosto de 2009, cuando efectivos de Fuerzas Especiales y el Gope desalojaron la toma al fundo “San Sebastián” en Ercilla.
En entrevista con El Mercurio, explica que la candidata de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, deberá asumir las demandas ciudadanas que forman parte de los ejes de su programa como la reforma educacional, la reforma tributaria y las reformas políticas, pero admite que su capital político le da una capacidad superior a la que han tenido los otros mandatarios para decidir y que la representación parlamentaria será el camino para que los partidos puedan influir en su mandato.
El ex secretario de estado es claro en señalar que las protestas y marchas ocurridas en los últimos años influyeron en la oferta política que Bachelet entregó a la ciudadanía, ya que “el país y el mundo han estado cambiando frente a nuestros ojos. Tras 24 años de gobiernos democráticos ha llegado el momento de tener una Constitución consensuada por todos los chilenos, que nos identifique a todos y cambie el concepto básico de Estado subsidiario a uno de derechos garantizados”.
Respecto a no sentirse representado cuando Ricardo Lagos firmó la Constitución reformada en 2005, dijo que “es la que tenemos, que hemos aceptado, pero con la cual nunca hemos estado enteramente satisfechos. En ese momento y tenemos las oportunidad, sin confrontación, de buscar una Constitución que sea verdaderamente democrática. Lagos hizo lo que pudo con las reformas del 2005 que no incluyeron las más importantes como el binominal y las supramayorías”.
Y en cuanto a no haber enviado una reforma al binominal durante el gobierno de Bachelet cuando fue ministro, responde que la intención ha estado siempre, “pero la Concertación nunca tuvo la posibilidad de plantear el tema. ¿Cómo podíamos avanzar sin convencer a una parte de la derecha?”.
Además, estima que también deberían colocarse en la mesa otras reformas constitucionales como las laborales, ya que a su juicio “los derechos de los trabajadores frente a los de los patrones son demasiados desiguales”.
Respecto a realizar una asamblea constituyente para zanjar las reformas políticas, el ex ministro estima que ésta debe ser formulada a través de la vía institucional y “no creo en ninguna asamblea constituyente, tampoco en que todo deba legislarse por mayoría simple. Deben exigirse quórums especiales en algunas materias, hoy son una cantidad injustificable las que prácticamente requieren de unanimidad”.
Asimismo, desestima las visiones fatalistas sobre que una reforma tributaria afectaría el empleo y la inversión. En ese sentido, explica que “vamos a quedar con una carga tributaria adecuada al nivel de desarrollo del país, que hoy por hoy es baja. Hay que hacer todo lo posible para que no afecte a las pymes, son las grandes generadoras de empleo, pero deben tener una tributación de acuerdo a las necesidades que tiene el país”.
Pérez Yoma también considera difícil conseguir la gratuidad universal en educación en cuatro años, explicando que “la ex Presidenta lo ha comprometido en la medida que estén los recursos, por eso es tan importante la labor de los comandos que discuten la temporalidad de las propuestas. La gente está dispuesta a pagar impuestos por servicios que sean de mucha calidad, estos nuevos derechos garantizados deben ir acompañados de una inmensa mejoría de la calidad”.
En ese aspecto, recomienda para no elevar las expectativas de un eventual gobierno de Bachelet que haya un manejo político inteligente, que se propongan soluciones razonables, factibles y creíbles.
Y desde la perspectiva que tal manejo lo pueda hacer la Nueva Mayoría con un PC que mantendrá “un pie en la calle” como dijeron algunos de sus dirigentes, Pérez Yoma sostiene que esta “Nueva Mayoría es la Concertación más el PC y tendrá la histórica tensión entre flagelantes y complacientes, pero siempre hemos sido capaces de manejarla. Al mirar el comando de Michelle Bachelet, ninguna persona seria podría decir que hay un giro a la izquierda, muchos dicen que hay demasiados “moderados”. Conociéndola, ella avanzará firme, decidida en lo que está convencida y sabe que se puede hacer”.
Respecto al temor por la llegada del PC a un eventual gobierno de Bachelet, el ex ministro explica que la conducta que ha tenido dicha colectividad en el Congreso demuestra que “ha vuelto a ser el mismo que antes de su opción por la lucha armada”, que posee profesionales de primer nivel, pero que es prerrogativa de la ex Presidenta la profundidad de la integración al gobierno.
En cuanto al capital político que posee la ex directora de ONU Mujer, precisa que eso le da una capacidad de decisión superior a la han tenido otros Presidentes.
