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Secundarios se toman sede del PS advirtiendo a Bachelet: «No permitiremos que traiciones a los estudiantes nuevamente» Dirigentes de la ACES llamaron a no participar en las próximas elecciones

Secundarios se toman sede del PS advirtiendo a Bachelet: «No permitiremos que traiciones a los estudiantes nuevamente»

“Los estudiantes tenemos claro que si no hay cambio estructural en educación todas las promesas son vacías y seguirán fomentando discriminación y lucro!”, sostuvieron a través de Twitter.


Un grupo de dirigentes de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) se tomó esta mañana la sede del Partido Socialista.

A través de su cuenta en Twitter (@Difusion_ACES) los secundarios comunicaron: «Nos acabamos de tomar la sede del Partido Socialista para denunciar múltiples engaños al movimiento estudiantil (…) Bachelet no permitiremos que traiciones a los estudiantes nuevamente!. #YoNoVotoPorEsteSistema»

«Los estudiantes tenemos claro que si no hay cambio estructural en educación todas las promesas son vacías y seguirán fomentando discriminación y lucro!», agregaron.

Al respecto, la vocera de la ACES, Eloisa Gonzalez, aportó en las redes sociales: «Bachelet: quien te da la mano también se la da a Luksic, Matte, Angellini».

Posteriormente, los estudiantes informaron: «Somos amenazados por desalojo de parte del comité central (del PS), esa es la nueva mayoría y la nueva forma de gobernar».

La traición a los pingüinos 

Fortalecer el rol del Estado, terminar con la municipalización, poner fin al lucro y eliminar la jornada escolar fueron algunas de las propuestas inicialmente escuchadas por el gobierno de Bachelet, pero que salieron del mapa con el famoso “acuerdo de las manitos” entre la Concertación y la Alianza.

“Yo no entiendo mucho de educación, pero necesito que la Presidenta (Bachelet) apruebe un proyecto. Que tenga un éxito político”, habría explicado José Antonio Viera Gallo, en ese entonces ministro secretario general de la Presidencia, al senador Ricardo Núñez (PS) y al diputado Carlos Montes (PS) a fines del 2007, como asegura una fuente cercana a los involucrados.Toma PS 2

Los parlamentarios habían ido a visitar a Viera Gallo, para explicarle su oposición a la iniciativa del Ejecutivo en materia educacional. El escenario era complejo. La “revolución de los pingüinos” del año anterior, había debilitado aún más la aprobación del gobierno –afectado por el Transantiago- y ponerle fin al conflicto estudiantil, con la promulgación de la nueva Ley General de la Educación (LGE), era un objetivo político clave.

En Septiembre del 2007, Bachelet tocaba fondo y presentaba su peor aprobación hasta ese momento: un 35% según la encuesta Adimark.  El primer intento por sustituir la Ley Orgánica Constitucional de Educación (LOCE) había fallado en abril, luego de que la Alianza ese mismo mes presentara un contraproyecto. Con las iniciativas empatadas, se hizo necesario un gran acuerdo educacional y tras cuatro meses de trabajo de una comisión político-técnica de ambos bandos, el gobierno, el oficialismo y la oposición posaron en La Moneda sonrientes con las manos tomadas en el aire.

Con el acuerdo sellado, el gobierno envió en noviembre de 2007 un nuevo proyecto de LGE y los pingüinos vieron cómo, nada de lo que se les prometió inicialmente, estaba incluido en dicha normativa. Más de un año antes, en junio del 2006, los escolares habían optado por bajar las tomas y paros para formar parte del Consejo Asesor Presidencial convocado por la Presidenta Bachelet, y de esta forma parar el foco de presión hacia el gobierno en busca de soluciones. Para el senador Alejandro Navarro (MAS) esta  “es la principal causa de la profunda desconfianza que hoy los estudiantes tienen, sobre el parlamento y el propio gobierno. No se resolvieron las demandas pingüinas y la mejor prueba es la revolución del 2011”.

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