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Formato rígido y acartonado marca un lento debut de primera jornada de debate presidencial de ANATEL Emplazamientos de Miranda a sus pares entre de los pocos puntos de inflexión del foro

Formato rígido y acartonado marca un lento debut de primera jornada de debate presidencial de ANATEL

Más de dos horas de duración, con una modalidad similar a la de la televisión a finales de los ’80, los nueve candidatos presidenciales expusieron sus principales propuestas en materia de seguridad pública, salud y previsión, con escasas oportunidades para interpelarse entre ellos. Fue un evento para el que además ya existía poca expectación, ya que horas antes salieron a la luz los resultados de la última encuesta CEP, que descartaron una segunda vuelta en las elecciones del 17 de noviembre.


Más de dos horas de duración, con un formato lento con un aroma muy parecido a la televisión de finales de los años 80 y principios de la década del 90 y muy pocas instancias de respuesta a la interpelación que hubo entre los nueve candidatos, fue la tónica de la primera jornada del debate presidencial de ANATEL, transmitido por todos los canales de señal abierta. Pero junto al acartonado estilo del foro, lo cierto es que había poca expectación y tensión, ya que sólo horas antes el Centro de Estudios Públicos (CEP) decretó con su última encuesta que todo indica que el nuevo inquilino de La Moneda se definirá el 17 de noviembre, sin segunda vuelta.

Como ha sido la tónica en todos los debates ANATEL desde el regreso de la democracia, el moderador del foro fue el ex presidente de la agrupación,  Bernardo Donoso, quien a su vez estuvo acompañado por los periodistas Constanza Santa María, de Canal 13; Soledad Onetto, de Mega, y Claudio Elórtegui, de UCV-TV, en el panel de preguntas.

Si bien siempre se pensó que con nueve candidatos era complejo mantener la fluidez del debate, instancias previas de las últimas semanas, como el foro de CNN y el de la Archi el viernes pasado, demostraron que mucho depende del formato, las preguntas y quiénes las hacen. La fórmula de ANATEL estuvo recargada de formalidades, que hicieron la performance aún más lenta y reiterativa.

Sólo la candidata de Igualdad, Roxana Miranda, puso un punto de quiebre y cierta tensión cuando interpeló en más de una ocasión a todos sus pares en diversos temas. A todos los enrostró vivir en grande, mientras que ella representa y es parte de ese Chile que “les limpia sus casas, les lava hasta la ropa”.

Apelando al sentido común, al sentido de la calle, a la “rabia” pura ante los abusos, les recalcó a los otros ocho candidatos que ellos no son los que viajan en “una mugre” de transporte público, que no van a las 5 de la madrugada a tratar de conseguir atención en salud. En la misma línea, Miranda increpó a sus pares nuevamente cuando dijo que le daban risa “estos ofertones de la salud. Hubo una marcha de enfermos. A mí me gustaría que esta gente dijera dónde se atiende. No sé si conocen de qué color es la tarjetita que nos entregan en los consultorios. No tienen idea. Y pretenden gobernar. Si se atienden en clínicas, sus hijos en las mejores escuelas», expresó

Una y otra vez, dijo que lo que el país necesita es que “se vayan todos, los de la nueva pillería y los de la derecha”.

Al candidato independiente Franco Parisi lo persiguió una vez más el fantasma de las acusaciones en su contra por las deudas previsionales que mantiene su empresa familiar con los profesores del Colegio La Fontaine y Las Américas, tema que fue parte de la arremetida que las últimas semanas desplegó Matthei en su contra. “No tuve responsabilidad, y eso se va a aprobar donde corresponde, en los tribunales”, sentenció el economista, tratando de cerrar el tema.

Otra de las tensiones del debate, aunque de menor cuantía, fue cuando al abanderado independiente, Tomás Jocelyn-Holt, se le preguntó por los polémicos comentarios que hizo al calificar de “escort” y de “conejitas Playboy” a las esposas de Enríquez-Ominami y Parisi.  “Yo no he tratado a nadie así. He criticado a determinadas personas que tratan a sus parejas así. Aquí varios han utilizados a sus mujeres así. Ese tipo de cosas les molesta porque quieren seguir haciéndolo”, insistió, mientras el tiro de cámara mostraba la cara desfigurada de Marco Enríquez-Ominami, que luego al salir del debate calificó las opiniones como una bajeza.

Durante el debate, ME-O apuntó claramente a tratar de disputar el segundo lugar en la carrera presidencial, con Evelyn Matthei y Parisi, que según la CEP de ayer tienen 14% y 10%, respectivamente. Tampoco dejó de apuntar a Bachelet, de quien dijo que compartía algunos aspectos de su programa, pero que tenía serias diferencias con otros, sin responder si estaría dispuesto a ser parte de un segundo gobierno de la ex Mandataria.

«Michelle Bachelet dice que quería primarias parlamentarias. Quiero decir con todo respeto que no es cierto. Usted nos dejó botados a los que queríamos primarias para todos los cargos y usted facilitó que Escalona llegara al Bío Bío sin primarias», le enrostró Enríquez-Ominami a Bachelet.

Bachelet no respondió ninguna de las interpelaciones que le hicieron sus pares, ni la que le hizo ME-O, ni la de Miranda cuando dijo que en los veinte años de la Concertación se “mataron hermanos mapuches por la espalda”, cuando Jocelyn-Holt le enrostró los errores del 27/F y Evelyn Matthei le pidió que los parlamentarios de la oposición aprueben la ley antiencapuchados que se debate en el Congreso.

Cómoda con el 47% de la CEP que le da un triunfo en primera vuelta, Bachelet optó por responder sus preguntas y poner acento en los temas de su interés. «He vuelto a Chile porque hay nuevas tareas que hay que impulsar con seriedad y gobernabilidad (…) he planteado que es esencial una reforma educacional, una reforma tributaria y una nueva Constitución que realmente nos identifique a todos, y eso con una nueva forma de hacer política», dijo.

Críticas

Desde un comienzo lo vaticinaron las redes sociales. El formato complicó las interacciones y apelaciones entre los candidatos, así como la posibilidad de responder. Probablemente lo único, o lo que más complicó a los abanderados fueron las preguntas de los periodistas invitados, que fueron los que estuvieron a cargo de sacar a la palestra los episodios polémicos que complicaron a cada uno de los competidores en su momento. Esto, y tal como lo criticaban los usuarios de Twitter, hacía del encuentro algo más parecido a una entrevista colectiva que a un debate.

El primer tema a abordar fue el de la seguridad pública que facilitó a los presentes la posibilidad de sacar a colación sus propuestas puntuales en esta materia. En este escenario, Miranda aseguró que “todos esperan que se proponga instalar más policías. Nuestra propuesta es seguir entregando oportunidades a los jóvenes en las poblaciones (…). Políticas públicas con sentido común, que nos permitan desarrollarnos en plenitud”.

A continuación, los periodistas contaron con unos minutos para preguntar a cada candidato por un tema puntual. Aquí se le preguntó a Matthei por su propuesta de sueldo mínimo y por qué en 2010 rechazó la propuesta de la CUT en esta materia. “Estamos planteando 300 mil con un subsidio fuerte del estado para las mujeres trabajadoras vulnerables y a los jóvenes vulnerables (…). En ese momento le dije a monseñor Goic que era muy distinto hablar de salario mínimo e ingreso mínimo” afirmó.

Posteriormente, se le preguntó a Bachelet por el incumplimiento de sus promesas en su gobierno anterior y por cómo esto podía golpear su credibilidad en esta nueva oportunidad. La ex Mandataria puntualizó: “Voy a hacer todo lo posible por tener un parlamento. Uno puede tener claro lo que quiere hacer, y tener voluntad, pero requiere un parlamento que apoye estas medidas”. Luego, consultada por la creación de una Asamblea Constituyente, respondió: “Estamos con distintas opciones que miraremos después de que veamos cuál es la fuerza que tenemos en el parlamento”.

El debate ANATEL continúa esta noche, nuevamente, en una segunda jornada.

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