La designación implica el paso a retiro de los otros siete generales de División con mayor antigüedad que la suya y que se graduaron de la Escuela Militar antes de 1978. En sus primeras palabras tras oficializarse su designación, el oficial fue consultado sobre la posibilidad que la institución pida perdón por las violaciones a los DD.HH. durante la dictadura, limitándose a señalar que la institución ya «ha hecho un gran esfuerzo, de mucho tiempo, para lo que se requiere de esta situación que es muy sensible».
El Presidente Sebastián Piñera anunció esta tarde el nombramiento del general de división Humberto Oviedo como el nuevo comandante en jefe del Ejército, en reemplazo del general Juan Miguel Fuente-Alba.
Oviedo se desempeñaba hasta ahora como comandante de Educación y Doctrina de la institución.
El anuncio lo hizo el jefe de Estado en uno de los patios de La Moneda, flanqueado por Fuente-Alba y quien lo sucederá en el cargo dentro de pocos meses.
Con este nombramiento, Piñera prácticamente descabezó la plana mayor del alto mando, ya que de manera automática implicaría el retiro de los otros siete generales de División con mayor antigüedad que la suya y que se graduaron de la Escuela Militar antes de 1978.
«A lo largo de su larga, brillante y extensa carrera militar le ha tocado ejercer responsabilidades en todos los ámbitos de nuestro Ejército, lo cual le otorga una gran experiencia y un gran conocimiento no sólo de las realidades presentes, sino que por sobre todo de los desafíos futuros de nuestro Ejército», dijo el jefe de Estado, quien aprovechó la oportunidad para agradecer la labor de Fuente-Alba en los últimos cuatro años.
Momentos más tarde, el general Oviedo tomó la palabra para agradecer su nombramiento y para también destacar la gestión del actual comandante en jefe.
Al ser abordado por la prensa, dos veces se le preguntó si en su administración era posible que el Ejército diera un paso más allá y pidiera perdón por las violaciones a los derechos humanos en dictadura. Insistió que «el Ejército ha hecho un gran esfuerzo, de mucho tiempo, para lo que se requiere de esta situación que es muy sensible».
Sin embargo puso el acento en que el foco y deberes de esta rama castrense están en la «tarea de hoy día, tiene que estar atento a los desafíos que le impone la sociedad, qué hacemos respecto de nuestros vecinos, de nuestro entorno regional, ante catástrofes, esa es nuestra preocupación».
Oviedo agregó que en «lo otro» (aludiendo a las violaciones a los derechos humanos) el Ejército «ha hecho un esfuerzo muy importante y las personas que están involucradas en eso tendrán que saber responder de cada una de esas acciones».
En tanto, en la página web de la institución el currículum de Humberto Oviedo da cuenta de que se graduó en 1978 como subrteniente del arma de Infantería y que cuenta con las especialidades de comandos, buzo táctico, paracaidista y paracaidista americano, que adquirió tras un curso realizado en Estados Unidos.
También detalla que está casado con Virginia Stegmann Matthei y tiene tres hijos.
Su ascenso a general de División se produjo hace sólo un año, cuando se desempeñó como comandante de Salud, cargo que ejerció después de regresar desde Estados Unidos, donde desde fines de 2010 ocupó la jefatura de la Misión Militar de Chile en el país norteamericano.
