«Recordamos con cariño, admiración y agradecimiento al Capitán General don Augusto Pinochet Ugarte y solidarizamos con los oficiales y suboficiales que sirven injustamente condenas por haber cumplido con su deber», firma «Mesa 11 de Septiembre».
Los obituarios de El Mercurio se llenaron este martes de esquelas en recuerdo del dictador Augusto Pinochet, fallecido el 10 de diciembre de 2006 a los 91 años.
El fallecido dictador falleció de un paro cardíaco, paradójicamente en la fecha en que se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos.
«Recordamos con cariño, admiración y agradecimiento al Capitán General don Augusto Pinochet Ugarte y solidarizamos con los oficiales y suboficiales que sirven injustamente condenas por haber cumplido con su deber», firma «Mesa 11 de Septiembre» un anuncio publicado en el diario El Mercurio, que hace mención a los represores condenados por violaciones a los derechos humanos.
Varias organizaciones de oficiales retirados ofrecen plegarias por el alma del «estadista», «Comandante en Jefe del Ejército» y «Presidente de la República» y agradecen «la gran obra restauradora del país y su incesante lucha por la paz».
En otro anuncio, la familia Cerda Contreras invita a una misa en recuerdo del dictador, a celebrarse este martes en la finca «Los Boldos», que perteneció al dictador en la localidad de Bucalemu, a 130 kilómetros al suroeste de Santiago, en cuya capilla están depositadas sus cenizas.
El Curso Militar de 1953-1956, el Centro de Coroneles de Ejército en Retiro o el Círculo de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Armadas son algunos de los colectivos que otras de las veintiséis esquelas que El Mercurio publicó en su edición de este martes.
Cristián Labbé, un coronel retirado que fue uno de los responsables de la seguridad de Pinochet y posteriormente alcalde del municipio de Providencia por dieciséis años, también ha expresado sus condolencias.
Otras notas están firmadas por sus amigos Hans y Gisela Dittmann, que le recuerdan «con profundo cariño inmenso afecto y lealtad, teniendo la certeza de que la historia más temprano que tarde, reconocerá su aporte y legado a los hijos de esta patria».
También por «sus leales blindados de siempre, los Amarillos del 900» o el «Regimiento tradicional de comandos».
