“Resulta lamentable la presentación realizada por la directiva de Renovación Nacional, carente de todo fundamento legal y alejada sustancialmente de los principios democráticos que como partido dicen profesar. Es evidente que esta operación mediática, oculta bajo la forma de una presentación administrativa, es inadmisible; y así lo ha resuelto el Tribunal Calificador de Elecciones en menos de 24 horas”, señalaron los legisladores en una declaración pública.
Como una “afrenta a los principios de sana convivencia democrática” calificaron este miércoles los diputados renunciados a Renovación Nacional Joaquín Godoy y Pedro Browne, la presentación realizada ante el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) para dejarlos sin sus escaños por el presidente de la tienda, Carlos Larraín, la que sin embargo fue rechazada por “improcedente”.
En una declaración pública, ambos parlamentarios junto a Karla Rubilar valoraron que el Tricel haya resuelto el mismo día en que la solicitud fue presentada, lo que a su juicio le da a la posición del timonel de RN menos sustento argumental. Por lo mismo, el texto leído por Godoy replica al dirigente que “la propiedad del cargo es de quien resulta electo, pues hay en ello una decisión soberana. El partido sólo podría tener facultades de disposición sobre dicho cargo en el evento de vacancia del mismo, y estos diputados no pretenden abandonar un cargo que les fue confiado en las urnas”.
De ahí que, en un tono mucho más duro, el documento agrega que “constituye una afrenta a los principios de sana convivencia democrática cualquier intención de desconocer lo anterior, pues supone imponer una verdadera ‘dictadura de los partidos’ donde éstos administran y disponen de los cargos en desmedro de la voluntad soberana que se manifiesta a través del sufragio”.
Por último, expresan que «resulta lamentable la presentación realizada por la directiva de Renovación Nacional, carente de todo fundamento legal y alejada sustancialmente de los principios democráticos que como partido dicen profesar. Es evidente que esta operación mediática, oculta bajo la forma de una presentación administrativa, es inadmisible; y así lo ha resuelto el Tribunal Calificador de Elecciones en menos de 24 horas”.
Los legisladores tienen la convicción, basada en la Constitución Política de la República, de que ninguno de ellos ha caído en alguna causal para ser destituido de su cargo, lo que habría sido ratificado por la resolución del Tricel.
Este episodio marca un nuevo capítulo de la confrontación entre los máximos dirigentes del partido liderado por Larraín y los diputados que renunciaron a la tienda, pero también ha profundizado la crisis interna, pues cada vez hay más voces que se suman a la presión para que el timonel dé un paso al costado, aun cuando desde el larrainismo insisten en que esa postura es “muy minoritaria” dentro de la colectividad, y que las expectativas siguen siendo que, el 18 de enero, el Consejo Nacional le dará al controvertido dirigente un fuerte respaldo por las decisiones asumidas no sólo en este escenario, sino por los triunfos electorales en las pasadas parlamentarias.
