Admitió que existe un “panorama desafiante” y llamó a “cuidar al partido”.
El senador electo por Santiago Oriente, Manuel José Ossandón, dijo que la cita partidista servirá para “diferenciarnos de algo que el gobierno no ha hecho: autocrítica”, añadiendo que en esta jornada debería haber un “mea culpa nuestro para ver en qué nos hemos equivocado, por qué ha pasado lo que ha pasado”. Además, reiteró sus críticas a la administración de Sebastián Piñera, eso sí, aclarando que todo el sector tiene parte de responsabilidad en la derrota electoral que los sacó de La Moneda por el siguiente periodo.
Con un discurso más bien deslavado, que no cumplió con las expectativas que muchos de los consejeros se habían hecho, el presidente de RN, Carlos Larraín, inauguró este sábado el Consejo Nacional intentando llevar el debate hacia el objetivo general de su convocatoria, que apuntaba a realizar un análisis de los resultados electorales del partido buscando evitar que la discusión se centrara en la autocrítica que ha pedido un sector de la colectividad para buscar una salida a la crisis interna que atraviesa.
En este contexto, el timonel recordó a los presentes en el auditorio de la casona de Antonio Varas que el partido enfrentó cuatro elecciones sucesivas durante el año 2013 y que “en todas Renovación Nacional estuvo a la altura y tuvimos buenos resultados, especialmente en las parlamentarias” y adelantó que, aunque algunos esperan que de este cónclave salgan unos portentos, «bueno, lo que va a salir de aquí es la reafirmación de la unidad del partido, la confirmación de que estamos obligados a seguir trabajando, como personas interesadas en la cosa pública”.
Además, llamó a los asistentes a que “no nos engañemos, tenemos un panorama desafiante y entre todos tenemos que cuidar al partido”.
Sin embargo, su discurso público y al que tuvo acceso la prensa contrastó con la intervención que realizó inmediatamente después por casi 40 minutos y en la privacidad del encuentro. Don Carlos se paseó por las críticas al gobierno, a la “izquierda” y a quienes dejaron el partido y en la defensa de los resultados electorales que puede mostrar en este último período de su gestión, señalando que “se habla de mea culpa, responsabilidades, y aumentamos en el número de diputados y ganamos dos senadores de la Región Metropolitana. ¿Da para armar una montonera? Yo pensé que me iban a sacar en andas, pero parece que me quieren llevar al cementerio”.
Respecto a lo que se viene en el próximo gobierno, dado el actual escenario y aludiendo a proyectos que han quedado inconclusos por presunta presión de la oposición, en un discurso que le es muy propio, Larraín advirtió que “si triunfan en el empeño por desestructurar la República, seremos como Argentina. Y todas esas son ideas de la izquierda”, apuntando a materias como “el bloqueo a la generación eléctrica, renuncio a Barrancones”, entre otros donde también le asigna responsabilidad al gobierno de Sebastián Piñera.
En un relato que le aporta dividendos en el sector más duro de RN, Larraín también sacó a colación el escenario interno del partido a raíz de la escasa influencia que –a su juicio– las tiendas políticas y particularmente RN tuvieron en la actual administración. En su opinión, lo que se está dando es “el empeño por desestructurar también a los partidos políticos. Y esto también en la derecha”, crítica que no es nueva y que apunta directamente a la forma en que el presidente de la República se ha relacionado con las distintas colectividades de su sector durante su estadía en La Moneda.
En este contexto, también recordó que el mandatario llegó al gobierno apoyado por una coalición que a poco andar volvió a quedar reducida a la UDI y RN, ya que, por ejemplo, “hoy, ChilePrimero descansa en paz en un cementerio en California”.
Retomando sus antiguas críticas a la forma en cómo se conformó la actual administración, dejando prácticamente fuera a los partidos políticos, el controvertido timonel señaló que “el gobierno tuvo que ir a buscar al tordo blanco al cenáculo para llevarlo al gobierno. Y tenía que tener estudios en el extranjero y ser amigo de Cristián Larroulet”. Porque las señales que habría dado la autoridad hacia los partidos para no convocarlos a la administración pública responderían a que, señaló, “somos un conjunto de tarados que no servimos para jefes de servicio”.
En su discurso no dejó fuera a los protagonistas de las recientes renuncias, asegurando que “no recojo comentarios desagradables” de quienes decidieron dejar las filas de RN, aunque aclaró que “quisiéramos ser un partido más grande”. En su análisis, estimó que todo lo que ha sucedido ha provocado un “resultado malo para el conjunto” porque “ese grupo pequeño va a querer hacer un súper enjuague haciendo un sistema proporcional exacto”; por lo que está convencido que a futuro “vamos a tener un enjambre de tontones detrás de la miel y eso es malo para la República”, razón por la cual tiene la convicción de que “más allá de personas y planes individuales, tenemos que reforzar el partido”.
Pese a que el discurso oficial de apertura fue bastante menos sabroso que el que Carlos Larraín efectuó en privado, de todos modos hizo falta lo que algunos creen que es imprescindible que en esta instancia haga RN: una profunda autocrítica. Así lo adelantó también a su llegada al cónclave el senador por Santiago Oriente, Manuel José Ossandón, quien adelantó que la cita “va a servir para diferenciarnos de algo que el gobierno no ha hecho: autocrítica”. A su juicio, en esta jornada debería haber un “mea culpa nuestro para ver en qué nos hemos equivocado, por qué ha pasado lo que ha pasado”.
Ossandón no dejó de reiterar sus críticas al gobierno, eso sí, aclarando que todo el sector tiene parte de responsabilidad en la derrota electoral que los sacó de La Moneda por el siguiente periodo. No obstante, insistió en que el “desastre electoral” del que fue objeto la Alianza provocó que “Chile nos dio un gobierno por decisión popular y lo perdimos por paliza”.
Respecto a las renuncias que se han producido y las que se asumen que vendrán más adelante, Ossandón señaló que, si bien son importantes, son parte de una “estrategia de desangramiento para destruir al partido” y advirtió que este proceso se ha producido debido a que RN “es un partido ultrademocrático” lo que le habría traído “un costo que se está pagando”. También replicó las críticas de la senadora Lily Pérez, negando que hubiera sido discriminada en algún sentido al interior de RN e insistió en que la nueva fuerza que podría surgir en torno a los escindidos del partido es “una plataforma evidente para hacer un proyecto Piñera 2017”.
Frase que minutos después respondió el diputado Nicolás Monckeberg, uno de los que se encuentra en “proceso de reflexión” para ver si en el futuro deja RN o sigue en sus filas, señalando que “Manuel José nos tiene acostumbrados, estos cuatro años, a que lanza frases y nunca prueba su veracidad”. Mientras que en su intervención al interior del Consejo, el diputado reiteró algo que había mencionado públicamente a su llegada, reafirmando que “lo primero que necesita nuestro próximo candidato presidencial es la lealtad” y que “los dos exitazos de la Región Metropolitana no pueden opacar el mal desempeño en el resto”. Pero también defendió la administración de Sebastián Piñera, asegurando que “por muchos errores que haya cometido nuestro gobierno, son muchos más los aciertos” e instó a que “no achiquemos a la derecha” y que a partir de este consejo nacional “sólo salgan ideas y ningún insulto más”.
El cónclave se ha realizado en total hermetismo, intentando mantener alejada a la prensa del sector en que se realiza la reunión, en un estilo muy parecido al que tan sólo una semana antes utilizó la UDI en el Consejo Directivo Ampliado, realizado en el Congreso en Valparaíso.
