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Mercedes Bulnes emplaza a la futura subsecretaria de las FF.AA. a dar explicaciones por las «heridas» del pasado Esposa del abogado Roberto Celedón fue víctima de abusos deshonestos por parte del padre de Carolina Echeverría

Mercedes Bulnes emplaza a la futura subsecretaria de las FF.AA. a dar explicaciones por las «heridas» del pasado

Christian Buscaglia
Por : Christian Buscaglia Periodista El Mostrador
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Fue detenida el 23 de octubre de 1973 junto a su marido. Estaba embarazada de su tercera hija. Dice que su marido fue brutalmente torturado. Declaró en la Comisión Valech sobre los abusos sexuales que cometió en su contra el entonces capitán Víctor Echeverría Henríquez. Y hoy hace la siguiente analogía: «Cuando la actual Reina de Holanda se iba a comprometer con el príncipe, ella debió declarar ante todos los medios de que no era responsable de los actos de su padre –quien había sido ministro de una dictadura militar–. El parlamento holandés exigió esa declaración y exigió que el padre no pudiese estar presente en la boda. Eso es un ejemplo de ética pública».


Habla pausado. Mide cada palabra que dice. No quiere hacerse cargo de rumores o de declaraciones de otras personas. Hace hincapié en que sólo puede hacerse cargo de sus propias vivencias. Recuerdos cargados de dolor. Para Mercedes Bulnes no pasó inadvertido el nombramiento de Carolina Echeverría Moya como futura subsecretaria de las Fuerzas Armadas. En una entrevista con CNN Chile, la esposa del abogado de Derechos Humanos, Roberto Celedón, hace memoria del momento en que  fue detenida y conducida junto a su marido al Regimiento Buin y se da el tiempo para reflexionar sobre la hija de su abusador.

«El día 23 de octubre de 1973 fuimos detenidos junto a mi marido en la casa de mi padre y conducidos al Regimiento Buin. La persona que lideraba la detención fue el capitán Víctor Echeverría Henríquez. En ese tiempo, capitán y a cargo de la inteligencia militar y de llevar a delante todas las detenciones y los interrogatorios en el Buin (…) Roberto tenía entonces 26 años y yo 23, y estaba embarazada de mi tercera hija (…) esa noche, me dejaron a mí en la guardia hasta las dos de la madrugada. Y, en tanto, Roberto fue torturado dentro de las dependencias de la Comandancia del Buin», sostiene la abogada.

No sabe bien si en esas torturas practicadas en contra de su cónyuge participó Víctor Echeverría. «Como él estaba vendado no reconoció a nadie, pero sí tengo claro que él sabía lo que estaba pasando», explica, agregando que esa sospecha la confirmó los días posteriores.

«A mí me dejaron en libertad el día siguiente. Me mandaron a dejar a la casa. Y fui detenida el lunes siguiente. Pero esos días yo fui a ver a Roberto, junto con mis cuñados, que me acompañaron. Roberto estaba en muy malas condiciones. Me permitieron verlo en ese momento. Y por toda la conversación que se dio, estaba claro que este señor (Echeverría) estaba completamente al tanto. Además, él siempre estuvo presente en mis visitas a Roberto. Nunca pude estar sola con él», prosigue Mercedes Bulnes.

«Esa noche –detalla– Roberto fue llevado junto a una patrulla militar que encabezaba Echeverría a allanar diferentes domicilios buscando al hijo de don Fernando Castillo Velasco y la señora Mónica Echeverría (…) este capitán fue a la casa de Fernando Castillo y fue extremadamente violento con la señora Mónica y con la hija de ambos, Consuelo, que tenía en ese entonces 12 años».

Se da un tiempo y deja en claro: «Nosotros no teníamos nada que ver con nada, Roberto militaba en la Izquierda Cristiana, yo militaba donde militaba Roberto. Nos acusaron de ser altos dirigentes del MIR después».

A renglón seguido, enfatiza que tiene probado «concretamente el abuso deshonesto en mi contra, por parte de Echeverría». Delito que, a su juicio, es agravado por el hecho de haberse cometido en contra de una persona privada de libertad.

Consultada por su parecer frente al nombramiento de Carolina Echeverría como futura subsecretaria de las Fuerzas Armadas, reflexiona lo siguiente: «Yo pienso que los hijos no son responsables de los pecados ni de los delitos de los padres. Pero sí creo que cuando uno asume un cargo público o de relevancia, uno tiene el deber de informar a quien lo nombra las heridas que pueden haber en el pasado de uno. Uno tiene el deber de informar porque es un cargo público que está relacionado con las Fuerzas Armadas y ella tiene que decir algo».

Luego, se da tiempo para hacer la siguiente analogía: «Quiero recordar algo. Cuando la actual Reina de Holanda se iba a comprometer con el príncipe, ella debió declarar ante todos los medios de que no era responsable de los actos de su padre. Y su padre había sido ministro de Agricultura de una dictadura militar. Y el parlamento holandés exigió esa declaración y exigió que el padre no pudiese estar presente en la boda. Eso es un ejemplo de ética pública. Ella debe dar explicaciones. Tengo la convicción de que la señora Bachelet no sabía de esto».

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