El pasado 1 de diciembre de 2012, Roberto Carlos Jorquera, quien manejaba bajos los efectos del alcohol, perdió el control de su auto dejando tres víctimas fatales y ocho heridos, entre ellos el deportista Duillio de Lapeyra. Este lunes se inició el juicio.
El pasado 1 de diciembre de 2012, el deportista Duillio de Lapeyra y otras ocho personas que también participaban en una corrida a beneficio de la Teletón, resultaron heridos al ser arrollados por un conductor que perdió el control de su automóvil y que manejaba bajo los efectos del alcohol. En el lugar fallecieron además tres corredores, dentificados como Cristián Fernando Bahamondes (35), Juan Ramón Aguilar Cortés (43) y Jorge Andrés Sepúlveda (43).
Este lunes, en el Primer Tribunal Oral en lo Penal, Duillio de Lapeyra atestiguó sobre los hechos ocurridos ese día y en contra de Roberto Carlos Jorquera Orellana, sindicado como el autor de la tragedia. «Me cagó la vida y ni siquiera me conocía», aseguró el deportista, y agregó que «el auto me pegó en la peor parte que me podía pegar (…) correr es lo más importante para mí, es lo que amo hacer y no pierdo las esperanzas de poder volver a hacerlo», según dio a conocer el medio Emol.
En la instancia, De Lapeyra aprovechó para encarar al acusado, a quien calificó como «irresponsable» e «inconsciente». Además, sostuvo que «me da rabia, pero no con la persona, con la inconsciencia de la gente que termina dañando a otras personas, por su irresponsabilidad, por no respetarse a sí mismo ni a los demás».
«Siento que no me puedo quejar porque estoy vivo, hay tres familias que perdieron a su padre y esposo», aseguró, recriminando a Jorquera por no haberle pedido perdón.
Por su parte, el acusado renunció a su derecho a guardar silencio para declarar en el estrado frente al tribunal presidido por la jueza María Eugenia Cubillo. En la oportunidad, Jorquera pidió perdón a las víctimas y confesó haber consumido alcohol horas antes del trágico accidente.
Este último antecedente ya estaba en conocimiento del Ministerio Público, puesto que el informe de alcoholemia entregado por el Servicio Médico Legal arrojó que, al momento del hecho, el imputado conducía con 2,4 gramos de alcohol por litro de sangre.
Se prevé que el juicio se extienda durante al menos una semana.
