«El bono te permite hacer transferencias directas a la demanda, se le entrega directamente a los más pobres dinero en efectivo para que lo gasten en lo que estimen conveniente, pueden invertirlo en educación para sus hijos o pueden ir al mall», sostuvo el diputado de Izquierda Autónoma en su intervención ante la Cámara.
En la sesión de la Cámara de Diputados de este jueves, en la que se dio el visto bueno al proyecto de ley del Bono Marzo presentado por el Gobierno de Michelle Bachelet, Gabriel Boric (IA) no sólo entregó su respaldo a la medida sino además se tomó un momento para introducir en el debate los inconvenientes que, a su juicio, presenta la lógica de los bonos, propios de una ideología neoliberal.
«La política de los bonos es el producto de una ideología concreta, la del ‘rational choice’, una especie de tecnicismo economista utilizado por los liberales que asume que la gente toma decisiones racionales. Pero el problema no es que las personas no tomen decisiones racionales, el problema es que la realidad cuenta con muchos más factores que la tecnocracia pretende imponer», explicó el diputado de Izquierda Autónoma y ex dirigente del movimiento estudiantil.
A continuación, Boric señaló que la entrega de un bono «es la negación misma de la idea de derechos sociales universales. Un derecho social existe cuando una prestación está garantizada para toda la población, sin importar quién. Es el reconocimiento que nos hacemos unos a otros como iguales», dijo, dando como ejemplo el National Health Service (Servicio Nacional de Salud) de Inglaterra.
«Los bonos son la negación de esta idea porque constituyen un mecanismo de focalización. En vez de asegurar salud, educación, vivienda, pensiones para todos sin importar su origen, se argumenta que esto sería regresivo porque los ricos pueden pagar estos servicios y, por lo tanto, los pobres los estarían subvencionando», afirmó el parlamentario.
Además, a esto agregó que «el bono te permite hacer transferencias directas a la demanda, se le entrega directamente a los más pobres dinero en efectivo para que lo gasten en lo que estimen conveniente, pueden invertirlo en educación para sus hijos o pueden ir al mall».
Sin embargo, precisó que como el proyecto de Bono Marzo presentado por Bachelet no posee estas características, «corresponde darle la aprobación», sostuvo.
