Explicó que en régimen la suma del aumento del Impuesto a la Renta, de 20% a 25%; el término del FUT; la tributación sobre base devengada y la baja del impuesto a las personas de 40% a 35%, se traducirán en una recaudación equivalente a 1,4% del PIB. «Son las medidas con mayor capacidad de recaudación, aportando 46% del total», indicó.
El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, entregó este martes los detalles de la reforma tributaria, destacando que es una iniciativa que introduce el factor de la gradualidad en todos los cambios, que no afectará a las empresas de menor tamaño, y que busca corregir los niveles de desigualdad en el país.
El proyecto de reforma tributaria, que ingresará al Congreso para su tramitación, fue presentado el lunes por la presidenta Michelle Bachelet y busca recaudar 3 puntos del PIB, en gran parte para financiar la reforma estructural a la educación.
«Es una reforma balanceada, porque introduce el factor de la gradualidad en todos los cambios, a fin de darle tiempo de adecuarse a los distintos agentes económicos al nuevo marco impositivo», afirmó Arenas.
Explicó que en régimen la suma del aumento del Impuesto a la Renta, de 20% a 25%; el término del FUT; la tributación sobre base devengada y la baja del impuesto a las personas de 40% a 35%, se traducirán en una recaudación equivalente a 1,4% del PIB. «Son las medidas con mayor capacidad de recaudación, aportando 46% del total», indicó.
El aumento a la tasa del impuesto de primera categoría pasará del actual 20% a 25%, que se incrementará de la siguiente manera: durante los años calendario 2014 a 21%; 2015 a 22,5%; 2016 a 24%, y 2017 a 25%.
«Este impuesto seguirá operando como un anticipo de los impuestos personales, manteniéndose así la integración de impuestos entre empresas y personas», comentó Arenas.
Respecto a la eliminación del FUT, el ministro señaló que la medida no afectará a las pequeñas empresas porque los cambios que introduce la reforma tributaria y que permiten pasar a una base devengada no las afectarán, sino que las favorecerá.
«Todo empresario con utilidades tributables menores a $76 millones, donde se encuentra el 95% de las empresas en Chile, terminará pagando lo mismo que hoy o incluso menos cuando pase del sistema actual con FUT al devengado y se aplique la tasa máxima de impuesto a la renta de 35%».
Especificó que, en tanto, el dueño de una empresa de mayor tamaño, con utilidades de $152 millones al año, y que hoy sólo paga 20% de impuesto ($30,4 millones) si retiene todas sus utilidades en el FUT, con el régimen devengado pagará $41,8 millones de impuestos.
Respecto a las medidas para incentivar la inversión y el ahorro, Arenas destacó, en el actual escenario de desaceleración económica, que el proyecto de ley introduce nuevos mecanismos.
«La principal medida pro inversión que se impulsa en esta reforma está referida a mejorar los mecanismos de depreciación del activo fijo de las empresas. Para las micro y pequeñas empresas hay un mecanismo de depreciación instantánea que les permitirá rebajar su inversión de las utilidades de una sola vez en un año. En el caso de las empresas medianas, este mecanismo operará con una fórmula de reducción lineal del beneficio, en la medida que sus ventas se acerquen a las de una de empresa grande», dijo.
El ministro destacó que dentro de las principales innovaciones consideradas en la reforma a este respecto, se encuentran la incorporación en el Código Tributario de una Norma General Anti-elusión, que permitirá al SII rechazar las ventajas tributarias obtenidas mediante planificaciones elusivas y sancionar a los contribuyentes y asesores tributarios que hayan participado en su diseño.
Además, se incluye facultar al SII para acceder a la información necesaria para cumplir su misión fiscalizadora; incorporar al Código Tributario facultades para permitir al SII acceder a información de compras pagadas por medios electrónicos; y derogar el crédito por impuesto territorial pagado por empresas inmobiliarias.
Se suma también, en este ámbito, la propuesta de poner freno «al abuso en las compras con factura que realizan las empresas en supermercados y comercios similares»; y limitar el régimen de renta presunta a microempresas.
En el régimen de impuestos a alcoholes y bebidas, la reforma contempla los siguientes cambios: las bebidas con azúcar pasan de 13% a 18%; la cerveza de 15% a 20,5%; el vino de 15% a 24%; el pisco de 27% a 35,5%; y el whisky de 27% a 38%.
En tanto, indicó que en un plazo de dos años el impuesto de Timbres y Estampillas aumentará de 0,4% a 0,8%, «a fin de que opere como un sustituto del IVA a los servicios financieros», señaló Arenas.
