Aunque la Mandataria bajó sólo un punto en su aprobación, su rechazo subió 12%, lo que el presidente del gremialismo, Patricio Melero, atribuye a los cambios que el gobierno está llevando adelante y que la gente no entiende. «Es una reacción de una ciudadanía abrumada con tanto cambio. Un poco agobiada de tantas iniciativas, leyes y refundaciones de cosas”, aseguró el diputado opositor.
El diputado y presidente de la UDI, Patricio Melero, reaccionó tras los resultados de la encuesta GfK Adimark correspondiente a abril, enfatizando que «hay una señal muy clara de que la ciudadanía quiere cambios, pero no revoluciones».
«Quiere llevar adelante algunas modificaciones, pero no quiere botar por la borda todo lo que se ha hecho, y el Gobierno debiera de asumir esta señal de que debe rescatar más de lo que ellos hicieron durante sus 20 años cuando gobernaron, de lo que hicimos nosotros durante estos cuatro años cuando gobernamos, y no pretender hacerlo todo de nuevo, desechando todo lo que se hizo antes», acotó.
Según el sondeo, durante el segundo mes de gobierno, la aprobación a la Presidenta Michelle Bachelet es de 53%, bajando un punto respecto al anterior, diferencia que no es significativa. La desaprobación, en cambio, sube 12 puntos y queda en 32%, alza que sí es significativa.
«Es una reacción de una ciudadanía abrumada con tanto cambio. Un poco agobiada de tantas iniciativas, leyes y refundaciones de cosas; cambios que requieren mayor gradualidad, mayor análisis, mayor participación», enfatizó Melero.
En la misma línea, hizo ver que el Ejecutivo debe «tomarse una pausa en términos de entender que los cambios que quiere llevar adelante merecen y necesitan más diálogo, mayor conversación, mejor explicación y más análisis».
Asimismo, sostuvo que «este rechazo es de una ciudadanía abrumada y bastante perpleja de cambios que se están llevando adelante y que no se entiende el porqué de ellos en algunos casos, y la necesidad de hacerlo en la velocidad que se está haciendo».
«El solo hecho de que la reforma tributaria tenga tantos detractores como partidarios demuestra que no puede haber un voluntarismo del Gobierno de imponer por su mayoría circunstancial, al menos por hoy, una agenda que no está siendo bien recibida, al menos por un sector muy importante de la ciudadanía, y cuando digo que hay una ciudadanía abrumada, presa de un agobio por tantos cambios y en tan poco tiempo sin mayor aplomo para tratarlos y digerirlos con la gente, deben llevar al Gobierno a reflexionar sobre la forma cómo lo está haciendo, y debiera de hacer un esfuerzo mayor y buscar, no solamente el apoyo de la Nueva Mayoría, sino que también dialogar más y mejor con la oposición, y comprender que si quieren más y mejor apoyo, también tienen que escuchar a los que no compartimos sus ideas», agregó.
