Los abogados Hernán Bosselin y Ramón Briones, dicen que los grandes grupos económicos están en la minería, sector que apenas sentirá el impacto de las reformas. Esto porque “disponen de todos los mecanismos y todo el instrumental necesario para trasladar los mayores impuestos a precios, pagando en definitiva los consumidores los mayores impuestos que se proyectan”.
El discurso oficial de la Nueva Mayoría sobre la Reforma Tributaria es que la clase media no se verá afectada porque “pagarán los más ricos”. Sin embargo dentro de sus propias filas aseguran que eso no es muy cierto.
Esto porque en la antesala de la discusión en el Senado, la Democracia Cristiana, estaría preparando un informe que asegura que la iniciativa “no toca a los poderosos”, según informa Diario Financiero.
“De una y otra forma estas modificaciones legales tratan de obtener que los poderosos paguen más impuesto o bien que los poderosos paguen impuesto, porque hoy nada pagan. Por cierto que tales afirmaciones son compartidas por la mayoría del país, pero el problema está en determinar quiénes son efectivamente los poderosos en nuestro país y si es tan efectivo que nada pagan”, afirma el documento elaborado por los abogados Hernán Bosselin y Ramón Briones.
Sobre esto, el informe señala que los poderosos de Chile son los grupos o conglomerados económicos y las empresas de la gran minería del cobre. “Dichos grupos y empresas mineras apenas sentirán el impacto de las reformas legales que se proyectan, por cuanto disponen de todos los mecanismos y todo el instrumental necesario para trasladar los mayores impuestos a precios, pagando en definitiva los consumidores los mayores impuestos que se proyectan”.
“La reforma tributaria no se hace cargo de la situación anterior y conforme a su contenido no se toca ni se afecta sustancialmente a los grupos económicos que concentran tales riquezas y controlan los mercados y a esas empresas de la gran minería del cobre”.
El documento recomienda que si se quiere avanzar en equidad, se debe empezar por los verdaderos poderosos del país y que sean éstos precisamente los que más contribuyan en la recaudación tributaria que se necesita para hacer la reforma educacional, incrementar la protección social y mejorar la salud.
Además indica que se debe aplicar un impuesto directo a la concentración económica en los mercados. “Este debería fijarse para gravar las actividades oligopólicas y monopolísticas, impuesto que debiera ser lo suficientemente alto para desincentivar el control de los mercados y que no sería parte del sistema integrado a favor de los socios. Esta sería una forma verdadera para que pagaran los verdaderos poderosos”.
Una de las grandes victorias de la Nueva Mayoría fue la aprobación del artículo 1 de la Reforma Tributaria, que tiene relación con la eliminación del Fondo de Utilidades Tributarias (FUT). Sin embargo, Bosselin y Briones aseguran que no era necesario ya que existen fórmulas alternativas, entre ellas, que sólo una fracción de las utilidades devengadas y no distribuidas esté exenta del pago de tributos personales mientras permanezca en el FUT.
