El hijo de Carlos Larraín se mantuvo en silencio en la primera jornada de juicio por atropello en Curanipe, acusado por el delito de manejo en estado de ebriedad con resultado de muerte.
En el contexto del primer juicio oral por el delito de atropello y acompañado de su hermano, Martín Larraín, hijo del ex senador Carlos Larraín, se presentó este lunes en la Fiscalía de Chanco. Sin decir una palabra, escuchó los cargos que le imputa el Ministerio Público, el cual busca condenarlo por el delito de manejo en estado de ebriedad con resultado de muerte, luego de que el 18 de septiembre de 2013 el auto que conducía arrollara en Curanipe a Hernán Canales, quien horas después falleció.
La Fiscalía presentó las primeras pruebas que hacen responsable a Larraín, quien durante la tragedia estaba acompañado de sus amigos Sofía Gaete y Sebastián Edwards, quienes al igual que él entregaron datos falsos luego del atropello, evadiendo responsabilidad en los hechos.
La acusación estableció pruebas materiales que determinan que el automóvil sí es de Martín Larraín y que él lo conducía esa madrugada. Testigos reafirman que el hijo del político de RN se fugó después del atropello y que se encontraba en estado de ebriedad.
Con esos antecedentes, la Fiscalía de Cauquenes solicitó penas de cuatro años de presidio menor en su grado máximo, más una multa y la suspensión de su licencia de conducir de por vida. Sin embargo, a raíz de su irreprochable conducta anterior, si fuera condenado culpable, Larraín cumpliría su pena en libertad.
Durante el próximo juicio se discutirá también la responsabilidad de los dos presuntos acompañantes al momento del accidente, Sofía Gaete y Sebastián Edwards, imputados por obstrucción a la investigación. Para estos últimos, el tribunal solicitó penas de 300 días de presidio menor en su grado mínimo.
