«Si bien el ministro ha creado un ambiente de confusión muy alto, sacarlo ahora tendría costos muy altos», sostuvo.
El sociólogo y lobbista Eugenio Tironi aseguró que «sería extraordinariamente negativo y un retroceso para el gobierno» que saliera de su cargo el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre.
En entrevista con La Tercera, Tironi sostuvo que lo que está haciendo el ministro Eyzaguirre es la estrategia de ensayo y error: «En el sentido de que él lanza un concepto, observa cómo saltan los peces, los tiburones y si considera que puede perder la caña, o lo que es peor, perder el equilibrio y caer al agua, retira la carnada e intenta con otra cosa. Claro, tiene la astucia de recoger la caña y no perder, hasta ahora, el equilibrio y caerse».
«En temas de tal envergadura y complejidad –como la educación– nadie puede arrogarse tener una solución perfecta, ni nadie tiene la autoridad de afirmar que sabe cuáles serán las consecuencias. Además, y ahí le reconozco el mérito al ministro Eyzaguirre, es que, pese las dificultades, ha ido poniendo los temas, incluso en esto tan polémico de los cuatro años de gratuidad», agregó Tironi.
Sin embargo, el ideólogo reconoce que en la última jugada de Eyzaguirre, cuando se «desdijo», no fue una salida muy feliz: «En ciertas materias uno tiene que morir con sus convicciones y no relativizarlas, pero, claro, Eyzaguirre se mueve en el mundo político y ese es uno de intereses, de presiones. Y tiene la desdicha de ejercer simultáneamente dos papeles: el de ministro, de autoridad, que tiene una función normativa y, por lo tanto, todas sus palabras son leídas como tales y, por otra parte, juega un papel de agitador ideológico, lo digo en buena esto, o sea, una persona que está moviendo el piso del sentido común, de lo inmutable en materia de educación, como el lucro, la selección».
«Después de lo de ayer, creo yo, hay una lección aprendida. Entre los dos papeles va a tener que privilegiar uno, porque produce mucha confusión; uno no sabe si es Superman o Clark Kent. Claramente, en el contexto de lo que está pasando, va a tener que ser Clark Kent, o sea, el rol de ministro antes que el de intelectual, con toda la opacidad y falta de brillo que eso pueda significar», agregó Tironi.
«Sería fatal para el gobierno, que acaba de conseguir un acuerdo tributario, cuya principal justificación es financiar las mejoras a la educación, que salga el ministro que ha hecho todo el gasto para colocar un cierto enfoque. Sería extraordinariamente negativo y un retroceso mayúsculo para el gobierno que saliera el ministro (…) al nombrarlo en Educación todos sabíamos quién es él y estoy seguro que si la Presidenta lo puso es para que jugara este doble papel, pero claro, este doble papel ha significado un enorme desgaste para él y ha creado un ambiente de confusión muy alto. Pero sacarlo ahora tendría costos muy altos», concluyó.
