Mientras los abogados García, Concha y Fermandois aseguran que se pueden hacer algunos ajustes acordes con los mecanismos establecidos en las normas vigentes, Atria, Zapata y Zúñiga defienden la idea impulsada por la Presidenta.
La comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado realizó ayer el foro: «Diálogo con profesores de Derecho Constitucional ¿Hacia una nueva Constitución?«, donde se abordaron materias de derecho constitucional, régimen político y potestad constituyente.
En la oportunidad, se dieron cita más de 40 académicos del CEP, junto a senadores en el Salón de Los Presidentes en el ex Congreso. Allí quedaron presentes las diversas posturas respecto a cómo debería materializase dicho cambio constitucional, ya sea en forma total o parcial.
Según consigna El Mercurio, el abogado constitucionalista Germán Concha sostuvo que «más que una nueva Constitución siempre es posible revisarla y analizar los perfeccionamientos».
Por su parte, Arturo Fermandois aseguró que «hay un acto de soberbia muy grande en afirmar que o hay una nueva Constitución o se sobreviene una crisis horrible imposible de evitar» y recalcó que es posible hacer algunos ajustes acordes con los mecanismos establecidos por el propio texto fundamental.
Para José Francisco García, el punto central es perfeccionar la Carta Magna: «Nuestra Constitución establece mecanismos para reformarla. Y hay bastante acuerdo de que eso uno puede complementarlo con mucha mayor participación ciudadana. Esa puede ser durante el proceso de discusión en el Congreso».
Fernando Atria, por el contrario, dijo que se debe redactar una nueva Carta y partir desde una «hoja en blanco». «La nueva Constitución es necesaria porque esta es una Constitución que está hecha para neutralizar, para impedir una transformación del modelo que fue impuesto con esta Constitución», hizo hincapié el constitucionalista.
Una posición similar tuvo Patricio Zapata, quien cree que es necesario cambiar el texto y subrayó que «se debe buscar la fórmula lo más participativa posible, en la medida en que no se provoque una ruptura con las reglas que han regido al país hasta ahora».
En tanto, Francisco Zúñiga indicó que la Carta Fundamental debe cambiarse por dos causas: su «falta de legitimidad» de origen y porque se ha hecho anticuada.
