Amistades peligrosas: Manuel Bulnes paga el precio de ser el delfín de León Vial

Alumno del montón en el colegio Tabancura, dio una PAA que no le permitió entrar a Ingeniería Comercial en la Universidad Católica o en la Chile. Se matriculó en la Diego Portales, reprobó algunos ramos, lo que provocó el enojo de su padre, el abogado Manuel Bulnes Cerda. El hijo reaccionó y le respondió que él seguiría pagando sus estudios. Lo hizo: vendió panes de Pascua fabricados con la receta de la abuela de su entonces polola, hoy señora, María José Labra. Muchos fueron regalados en El Mercurio para las fiestas navideñas, ya que su suegro Manuel Labra era asesor de los negocios personales de Agustín Edwards. También logró venderlos en las góndolas de los supermercados. El negocio continuó después de egresado.

Un gesto que revela una personalidad dura, que no se achica y que puede incluso usar la fuerza física cuando se acaban los argumentos.

Manuel Bulnes Muzard (45), gerente general de la corredora LarrainVial, es uno de los nueve multados por la Superintendencia de Valores. En su caso, por US$8,1 millones por infringir el artículo 53 inciso primero y segundo  de la Ley de Valores, que prohíben efectuar transacciones ficticias o inducir a la compra y venta de valores por medio de actos o mecanismos engañosos o fraudulentos, así como por infringir los reglamentos de la Bolsa de Comercio en su artículo 66 y 64 de la Bolsa Electrónica, que apuntan en el mismo sentido.

El pago correrá por cuenta de LarrainVial, según se desprende del comunicado emitido por  la institución y en conversaciones en off con cercanos al directorio de la corredora. Está afectado, como es obvio, por el golpe a su reputación, a la credibilidad de la corredora –también multada en US$8,2 millones–  y la de su socio, al que sigue como un gurú, León Vial, multado en US$20 millones. Vive en constantes reuniones para enfrentar la crisis con los clientes.

LarrainVial ha sido su único empleador. Siempre quiso trabajar en la corredora fundada por Fernando y Leonidas Larraín Vial –padre y tío, respectivamente, de Fernando Larraín Peña– en 1934. Le gustaba el mundo de las acciones, quería ser corredor y partió en 1992 gritando en la rueda.

Tenía, además de las ganas y la energía, un apellido que sumaba para LarrainVial. Manuel Bulnes desciende de los presidentes Manuel Bulnes Prieto y Juan Luis Sanfuentes, su abuelo fue el abogado Manuel Bulnes Sanfuentes, miembro del Partido Liberal, ministro de Defensa de González Videla y director del Banco Central; su tío abuelo Francisco Bulnes Sanfuentes, apodado “el marqués”, fue diputado, senador por el Partido Conservador y uno de los fundadores de RN. Es primo segundo del ex ministro de Justicia y Educación, Felipe Bulnes Serrano. Y sobrino de Juan Luis Bulnes Cerda, condenado a diez años de cárcel como autor de los disparos que terminaron con la vida del general René Schneider, cuya pena nunca cumplió, porque huyó a Paraguay y, más tarde, fue favorecido con la Ley de Amnistía de 1978.

[cita]Manuel Bulnes desciende de los presidentes Manuel Bulnes Prieto y Juan Luis Sanfuentes, su abuelo fue el abogado Manuel Bulnes Sanfuentes, miembro del Partido Liberal, ministro de Defensa de González Videla y director del Banco Central; su tío abuelo Francisco Bulnes Sanfuentes, apodado “el marqués”, fue diputado, senador por el Partido Conservador y uno de los fundadores de RN. Es primo segundo del ex ministro de Justicia y Educación, Felipe Bulnes Serrano. Y sobrino de Juan Luis Bulnes Cerda, condenado a diez años de cárcel como autor de los disparos que terminaron con la vida del general René Schneider, cuya pena nunca cumplió, porque huyó a Paraguay y, más tarde, fue favorecido con la Ley de Amnistía de 1978.[/cita]

Otro tío, Juan Pablo Bulnes Cerda, fue el abogado ante el Tribunal Eclesiástico del cura Fernando Karadima, declarado culpable de abusos sexuales y quien escondió a Juan Luis Bulnes en el torreón de la Parroquia de El Bosque tras el asesinato de Schneider, lo que le valió la lealtad del abogado defensor.

Llegó a ser jefe de la mesa de acciones. “Manuel se relaciona muy bien con los clientes por un tema de apellido y perfil. A cualquier cliente de alto patrimonio le gusta juntarse con él, los trata de tú a tú, entiende sus problemas, la dinámica, le gusta conversar con ellos, porque sabe lo que es ganar plata”, afirma un ex ejecutivo de la corredora.

Dentro de LarrainVial, Bulnes pertenece al lote que se identifica con León Vial, dueño del 38% de la corredora, quien lo considera su delfín. Tienen mucha química, los une una personalidad fuerte y agresiva para los negocios, ser netamente comerciales y hombres de acción más que de reflexión. Ambos también son fanáticos de los autos deportivos, suelen ir juntos a probar modelos nuevos. Bulnes, que cambia el suyo con frecuencia, tiene un BMW deportivo.  Están emparentados, además, ya que Santiago Bulnes, su primo, que también trabaja en LarrainVial, está casado con una hija de León Vial.

Fernando Larraín Cruzat –quien junto a su padre Fernando Larraín Peña, sus hermanos, sus tíos Carlos y Carmen poseen el 62% de LarrainVial– es analítico, formula las estrategias, le gusta tratar los temas en comités, busca el consenso y rehúye los conflictos, así lo describen en el mercado bursátil. Vial y Larraín Cruzat son dos almas conviviendo en una misma empresa, dos estilos opuestos que hasta ahora han sido complementarios, pero que con el Caso Cascadas podrían terminar enfrentados.

Estar envuelta en un caso que, según se desprende de la investigación y cargos de la SVS, cuestiona los límites y la ética en los negocios, es especialmente complicado para la rama controladora. No sólo por la reputación de LarrainVial, por el riesgo de perder clientes (las AFP dejaron de transar sus acciones con la corredora), sino por lo que hay detrás. La familia Larraín Cruzat patrocina la Cátedra “Etica y responsabilidad empresarial” en la Escuela de Negocios de la Universidad de Los Andes desde 2002.

Lleva el nombre de Fernando Larraín Vial, fundador de la corredora y padre de Fernando Larraín Peña, y se define como “un gran proyecto académico cuyo objetivo es acrecentar el conocimiento de los principales dilemas y problemas que enfrentan las empresas en materias éticas en Chile y América Hispana y de las mejores prácticas que pueden adoptar para su solución”. Su difusión es a través de investigaciones y “difusión de temas morales que atañen al ciclo de vida, sucesión, gobierno y administración de las empresas  en Chile e Hispanoamérica”.

La corredora, además, envía a sus ejecutivos al Programa de Alta Dirección de Empresas, que imparte la Escuela de Negocios de la U. de Los Andes, ligada al Opus Dei. Bulnes fue su alumno en 2005.

A las manos por La Polar

La abrupta salida de Ignacio Ossandón de la gerencia general, en 2003, puso a la LarrainVial frente al escenario de escoger a un sucesor. Bulnes parecía ser la carta natural como jefe de la mesa de acciones. Tenía la fuerza y era el más ganador de sus pares dentro de la corredora, lo que algunos describen como inteligencia emocional. Y así fue como llegó a la cima.

A esas alturas, se habían separado las áreas: finanzas corporativas quedó en manos de José Miguel Barros; la fuerza de ventas en Guillermo Undurraga, director comercial; fondos mutuos en Felipe Bosselin, emigrado a EuroAmerica; estudios en Leonardo Suárez.

Bulnes maneja todo respecto a acciones y tiene un equipo de 74 personas a su cargo, que le son leales y a las que arenga para hacer crecer los volúmenes de negocios. Un ex ejecutivo describe: “Si había días en que el mercado estaba lento iba a la mesa y decía ofrezcan esto o lo otro, y cuando había colocaciones de acciones de una empresa alentaba a los vendedores a conseguir el mejor precio”.

Otro afirma que “sabe sacar lo mejor de ti, es directo, poco chileno, porque te dice las cosas al pan, pan, y al vino, vino”. Y agrega que fuera de la corredora no es igualmente querido. “Cuando le iba muy bien le gustaba alardear frente los ejecutivos con MBA que trabajan en finanzas corporativas y destacar que la corredora ganaba más plata”. Él es el motor de la corredora. Y León Vial, por cierto, porque a los grandes empresarios les gusta hablar con el dueño y amigo en muchos casos.

Un episodio que complicó económicamente a Bulnes y además lo llevó a las manos fue La Polar. Antes de conocerse el fraude existían diferencias internas en LarrainVial entre quienes consideraban que era una buena acción y los que no. Larraín Cruzat zanjó las divergencias, aplicó la regla de la muralla china, y el departamento de estudios emitió el famoso informe favorable que tiene enmarcado el gerente general de Habitat, Cristián Rodríguez, y colgado en una de las paredes de su oficina.

Estallada la crisis, hubo una reunión en la que Bulnes no fue parte, pero alguien le avisó –equivocadamente– que estaban hablando mal de él. Indignado, se paró, fue a la oficina en cuestión, interrumpió la presentación, tomó de la chaqueta a quien estaba exponiendo, le ofreció combos. Salieron los dos, llegó gente a separarlos y no corrió sangre. Bulnes practica boxeo, al igual que su padre, y era conocido desde el colegio por ser bueno para los puñetes.

La Polar le significó una pérdida personal de $500 millones, porque él adquirió efectos de comercio que con la debacle perdieron un 60% de su valor. Son los mismos que LarrainVial le compró al BCI y que colocó seis días antes del hecho esencial del directorio de La Polar que reveló “prácticas no autorizadas en la gestión de créditos”. Hasta ahora hay dudas en la corredora sobre si la idea de comprar los efectos de comercio al BCI fue de Bulnes o de León Vial, pero ambos apostaban a que era buen negocio. Lo que sí se sabe es que éste último llamó a sus amigos de Consorcio y de Penta y se los ofreció como una gran operación. Se dividieron en tres tercios: el último, LarrainVial lo colocó entre sus clientes. Vial y Fernando Larraín se metieron la mano al bolsillo y pagaron la diferencia a los perjudicados.

Bulnes ha construido una sólida situación patrimonial. El negocio paga, y bien. En un año excelente puede ganar $500 millones entre sueldo fijo y bonos. Como él es uno de los siete socios A le corresponden tanto de la corredora como de LarrainVial S.A, el holding que agrupa todos los negocios. Los B obtienen sólo por su área. En un año normal obtiene entre $200 millones y $220 millones.

Los A son siete: Larraín Cruzat, León Vial, Bulnes, José Miguel Barros, Juan Luis Correa, José Manuel Silva y Guillermo Undurraga. Los B, 24.

Cuando ocurrió lo de La Polar, personas que conocen el patrimonio de Bulnes afirman que él tenía $2.000 millones líquidos, o sea, disponibles para gastar o invertir. Recién acababa de construir su casa en Zapallar, que no ocupó ese verano por prudencia. Vive en La Dehesa y tiene un gimnasio donde practica boxeo con un profesor.

Para bajar la adrenalina que le produce el trabajo, Bulnes hace yoga. La combina con el boxeo y el enduro ecuestre, carrera de caballos que gana el animal que menos sufre en la competencia, la que varía entre 20 y 160 kilómetros. Se corre con caballos árabes que los Bulnes Cerda crían en su haras Alborada, uno de los mejores de Chile. Están repartidos entre el campo de Panquehue, que perteneció a Francisco Bulnes Correa, bisabuelo de Manuel Bulnes, y quedó en poder de los Bulnes Cerda tras la subdivisión hecha para la Reforma Agraria, Otra parte está en un campo en Requínoa, de propiedad de Arturo Bulnes Cerda, padre del director de TVN, Arturo Bulnes Concha.

Las declaraciones “imprudentes” de León Vial

¿Cuánto sabía Manuel Bulnes de las operaciones que, a través de un esquema coordinado, se hicieron principalmente a través de LarrainVial y beneficiaron a Julio Ponce, Roberto Guzmán Lyon, León Vial y Alberto Le Blanc?

En el mercado las respuestas no difieren demasiado. “Eran remates muy grandes y recurrentes como para no darse cuenta, pero Bulnes es un empleado, él seguía instrucciones al igual que Felipe Errázuriz (gerente de distribución multado con US$4,1 millones)”, afirman tres ejecutivos del mundo bursátil. El jefe en los hechos de Bulnes era León Vial, quien en una de sus declaraciones alude a los dos ejecutivos multados de LarrainVial: “Ellos se comunican conmigo para ofrecerme negocios para Saint Thomas y La Viña (las sociedades instrumentales, según la SVS). Suelo ser invitado a todos los negocios que puedan pasar por la corredora de Bolsa, a través de Felipe Errázuriz y Manuel Bulnes”.

“Me cuesta creer que fueron con el ánimo de perjudicarlos, pero fueron imprudentes”, afirma el gerente general de un banco de inversión. Cree que pueden haber sellado la suerte de los dos ejecutivos o, al menos, la de Errázuriz, quien ocupa un puesto menor en la corredora. “Es súper injusto, yo creo que la SVS lo involucró el día en que León Vial declaró”, agrega.

En los hechos Vial era jefe de Bulnes, pero en el organigrama Fernando Larraín Cruzat era el gerente general de LarrainVial, el holding del cual la corredora es filial. “¿Dónde estaba él cuando ocurrieron los hechos?”, se pregunta el gerente general del banco de inversión.

Interrogante que queda abierta. Conocida la formulación de cargos a León Vial, en marzo, hubo un cambio en el gobierno corporativo: Larraín asumió la presidencia ejecutiva del holding y Juan Luis Correa, quien era gerente de operaciones, lo reemplazó en la gerencia general de LarrainVial S.A. León Vial dejó la presidencia del directorio del holding, el cargo se eliminó, y el directorio se reforzó con el ingreso de Juan Hurtado y Francisco León, los que se sumaron a Larraín Cruzat y Fernando Larraín Peña.

El caso Cascadas quebró amistades. Dicen que Bulnes cortó relaciones con Pablo Echeverría, el presidente de Moneda, de quien era muy amigo. Solía llamarlo en las mañanas cuando iba a su oficina, compartían la afición por el mountain bike e incluso hay quienes aseguran que Echeverría lo invitó a ser socio de Moneda pocos meses antes de que estallara el escándalo.

Fue en el restaurante «El Europeo», en Alonso de Córdova. Bulnes agradeció, pero respondió que no. El 9 de agosto de 2012 la administradora de fondos de inversión Moneda Asset Management entregó una extensa presentación a la SVS solicitando investigar las operaciones de las cascadas “y, en su caso, formular los cargos que fueren procedentes y aplicar las sanciones y demás medidas administrativas pertinentes”.