«Todos aspiramos a que haya más empresarios, porque no se ha ideado otra forma de crear riqueza. No se ha creado otro ADN que permita reemplazar a los empresarios», afirmó el presidente de la Asociación de Bancos.
Una peculiar definición del empresariado se aventuró a hacer el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif), Jorge Awad, quien ha ostentado cupos en múltiples directorios como LAN, Laboratorios Chile, Codelco, TVN, etc. «El empresario es un individuo que tiene un don, una habilidad, una virtud que las sociedades requieren. Todos aspiramos a que haya más empresarios, porque no se ha ideado otra forma de crear riqueza. No se ha creado otro ADN que permita reemplazar a los empresarios», aseguró.
Awad fue incluso más allá. «Chile necesita más empresarios y su don, que es un regalo de Dios», afirmó el titular de la banca. «Como en cualquier actividad puede haber buenos y malos, pero Chile cada vez tiene mejores empresarios, porque no sólo compiten en el campeonato local, sino que también en el campeonato mundial», agregó, en entrevista con La Segunda.
En ese sentido, sostuvo que el «don de Dios» les ha servido a los empresarios para levantar sus negocios: «Todos los grandes empresarios han partido sin cuenta corriente, pero han partido con el don de Dios, y esa virtud es la que tenemos que desarrollar y complementar con buenas políticas públicas. Si no captamos ese don de Dios, estamos haciendo el peor servicio a Chile», señala.
Asimismo, el empresario que ya en otras oportunidades ha sido crítico con la reforma tributaria impulsada por el actual gobierno, volvió a alertar sobre las consecuencias que podrían traer estos cambios. «Época de reformas, época de incertidumbres. El tema de fondo es que por la manera en que se presentan las reformas y cómo se dan las discusiones, se terminará por incrementar esa incertidumbre», afirmó.
Por último, recalcó: «La incertidumbre natural que produce toda reforma se ha amplificado y en eso la manera de cómo se han gestionado las reformas es lo criticable, como quedó demostrado en la reforma tributaria. Por eso aprendamos la lección y hagamos un período prelegislativo rico con la reforma laboral, de manera de consensuar sus fundamentos. Eso es lo que echo de menos en la actual gestión del gobierno».
