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La apuesta del Gute: la presidencia del partido y un DC de peso en el equipo político Tras el Consejo Nacional extraordinario de hoy está la calculada estrategia de Martínez

La apuesta del Gute: la presidencia del partido y un DC de peso en el equipo político

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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La Moneda puede jugarse algunas cartas aún para bajar los decibeles del conflicto, más allá de las reuniones que encabezará Peñailillo, porque lo que realmente requiere el gobierno es evitar que escale la tensión, lo que obliga a –afirman en el partido– un gesto reparatorio con la DC, que neutralice este mal clima interno de radicalización. “Ese gesto debe ser un cambio de gabinete, ahora, luego, y poner a uno de los nuestros, a uno que sea bien visto por la directiva, uno cuya presencia genere un compromiso con el gobierno”, recalcaron desde Alameda 1460.


El viernes 24 de enero en la tarde, mientras toda la Nueva Mayoría concentraba las miradas en el Hotel San Francisco, atentos a los nombres que eran elegidos como parte del primer gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet, el ex timonel y ex diputado DC Gutenberg Martínez caminaba solo por la Alameda, en sentido contrario, totalmente ajeno a las definiciones que se tomaban ese día. Hoy, el escenario es totalmente distinto, el “Gute” –conocido exponente del partido del orden, nostálgico de las lógicas de la otrora Concertación y ubicado casi en la frontera de la actual coalición oficialista– está desplegando activamente su regreso a la primera fila de la política con miras a la presidencia de la falange, jugando la carta de la radicalización del partido en el seno del conglomerado de gobierno.

Los últimos siete días no han sido los primeros ni los únicos en que las relaciones en la Nueva Mayoría han estado marcadas por la tensión que se genera desde la DC, básicamente por las públicas discrepancias con aspectos centrales del programa de gobierno y las reformas prometidas. Pero desde las filas de la propia falange reconocen que esta suerte de crisis es la primera donde no es protagonista solo un sector del partido, el más conservador, sino que es una molestia transversal puntualmente con La Moneda y lo que sienten como un “maltrato” a todo nivel de parte del gobierno al rol del partido en la actual administración.

Dicen que no se sienten parte de la coalición ni del gobierno y desde las filas del partido comentan que, a nivel interno, el timonel DC, Ignacio Walker, ha reconocido que la falange “es un invitado a esta fiesta, no la hemos organizado, así que hay que hacer lo que nos den”, frase con la que –agregan en el partido– refleja la sensación generalizada de nula influencia política en la administración bacheletista. Visión que es confirmada desde la mesa directiva del partido, donde recalcan que, en estos casi ocho meses de mandato, el partido de la flecha roja ha sido tratado “como un invitado especial, pero nunca como parte de la casa”.

[cita]“A medida que el partido se radicaliza es cada vez más real la opción de que el ‘Gute’ termine siendo el próximo presidente de la DC”, afirma un miembro de la actual mesa directiva, mientras que son varios los dirigentes que advierten que, de llegar a suceder eso, La Moneda llegará a extrañar a Walker y que la Nueva Mayoría lo pasará “bastante mal”.[/cita]

Explican que no es solo el episodio de las criticadas declaraciones del embajador PC en Uruguay, Eduardo Contreras, que por sí solo –sentencian– fue grave porque, al optar por mantenerlo en su cargo, la Presidenta Bachelet no solo no respetó la institucionalidad tácita para actuar en estos casos, sino que demostró, con hechos, que “no protege ni cuida” a la DC. A esto, se suman las declaraciones –enumeraron desde el Consejo Nacional del partido– de los senadores PS, Fulvio Rossi, y PPD, Jaime Quintana, al alero del debate de la reforma educacional, apuntando a los intereses de la falange en el negocio de la educación como razón para trabar los cambios profundos en este sector.

A la lista añaden en la DC que en el gobierno y la Nueva Mayoría se permitieron “abrir flancos innecesarios” en el marco de la arista política del caso Penta, porque, en vez de centrar los dardos en la derecha, se han desgastado defendiendo al ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, y poniendo paños fríos para no condenar a priori a Andrés Velasco. “Eso es considerado una agresión hacia la DC, porque quienes han abierto esos flancos son los propios compañeros de pacto”, confiesa un miembro del Consejo Nacional de la falange.

Para “aliñar” más las tensas relaciones, el diputado PS Fidel Espinoza difundió hace más de una semana una foto de Walker riéndose en una cena con el general (r) Augusto Pinochet, ironizando con ello acerca del compromiso de algunos actores de la falange con las reformas o con la mantención del modelo neoliberal construido en la dictadura.

Todo este malestar interno ha sido recogido por el “Gute”, quien desde hace unas semanas –reconocen en la propia DC– está desplegándose para iniciar su carrera para recuperar la presidencia del partido, deseo y decisión que volvió a confidenciar la semana pasada a varios de sus más cercanos dentro de la colectividad. Ya se ha publicitado la idea de una posible lista integrada, que todo apunta a que sea liderada por el ex diputado, anulando con esa fórmula a la actual disidencia de la tienda, que encabezan el senador Jorge Pizarro y el presidente de la Cámara de Diputados, Aldo Cornejo, quienes en este capítulo no han tenido más que alinearse con la molestia colectiva de su partido y cerrar filas.

No es casual que, durante el fin de semana, el senador Pizarro saliera públicamente a cuadrarse con la postura de la mesa directiva de Walker: “No vamos a aceptar a nadie que salga gratis a insultar al presidente DC como lo hizo un diputado socialista, y de eso tendrá que responder el Partido Socialista. Ahora, no por ese tipo de planteamientos absurdos vamos a dejar de cumplir nuestro papel, la DC no va a renunciar a conducir y liderar este proceso en conjunto con la Presidenta Bachelet. Si a algunos no les gusta, mala suerte. Hay que recuperar el norte, porque además hay otros temas, como la reactivación económica».

Todo este clima permitió la convocatoria extraordinaria para que esta tarde sesione el Consejo Nacional de la DC, una carta que se jugó Martínez, como también –agregan– operó desde las sombras para articular la reunión que este martes en la noche tendrá el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, con la bancada de diputados de la flecha roja para descomprimir el estado de molestia que hay en el partido.

El comité político –presidentes de partidos de la Nueva Mayoría y ministros políticos– se reunirá esta mañana en La Moneda, como todos los lunes, aunque con la agenda marcada por este clima de tensiones. Pero el foco estará puesto realmente –desde las 16:00 horas– en lo que suceda en el Consejo Nacional extraordinario de la DC, que a puertas cerradas debatirá, en la sede de Alameda 1460, sobre este mal clima interno en el oficialismo.

En el partido reconocen que van rumbo hacia una “radicalización” política que, en cierta medida, es alimenta por el discurso de la defensa de la identidad DC en medio de una coalición de claro sello de izquierda y en especial por Martínez, quien –según aseguran en la colectividad– en su discurso interno apunta al término de la Nueva Mayoría. Cuentan que el ex timonel reconoce que en 20 años hubo muchos cambios que la Concertación fue incapaz de concretar y que hoy pretende hacerlos “esta coalición inmadura”, que es un “conglomerado de mentira que no reconoce sus diferencias, sino que progresivamente las profundiza en un claro afán de terminar con nosotros”.

Precisan en la DC que la declaración que surja del Consejo Nacional de esta tarde habrá que leerla con lupa y entre líneas, ya que cada frase será clave. Sí, buscarán la forma de hacer patente el malestar del partido, que a estas alturas es imposible ocultarlo y consideran que llegó el momento de canalizarlo, pero que se verá en sus párrafos si Martínez logra imponer su sello de distancia. “El ‘Gute’ tiene una forma de actuar que no permite salidas, nos amarra”, precisan desde la mesa directiva, aludiendo a emplazamientos o condiciones que terminen escalando aún más el conflicto en vez de contenerlo.

“Si, debería haber una advertencia, dura incluso, sobre el estado de las relaciones políticas con el gobierno, pero no debería ser una de choque, no es necesario, aún queda espacio para maniobrar”, agrega un dirigente del partido.

Diablo conocido

Para muchos en la DC, La Moneda ha cometido un error grave en su forma de relacionarse con los partidos de la Nueva Mayoría y consiste en aplicar la lógica de que estos no tienen más opción que apoyar a la administración bacheletista, poniendo con cierta soberbia encima de la mesa que están en el oficialismo gracias al 62% con que ganó Bachelet las presidenciales. Si bien eso ha sido generalizado con todas las colectividades del conglomerado de gobierno, afirman que con la DC ha sido más latente, lo que en estos meses ha alimentado la radicalización del partido.

“A medida que el partido se radicaliza es cada vez más real la opción de que el ‘Gute’ termine siendo el próximo presidente de la DC”, afirma un miembro de la actual mesa directiva, mientras que son varios los dirigentes que advierten que, de llegar a suceder eso, La Moneda llegará a extrañar a Walker y que la Nueva Mayoría lo pasará “bastante mal”.

Eso, porque reconocen que una vez que finalmente sea eliminado el sistema electoral binominal, con este clima de malas relaciones políticas y Martínez dirigiendo las riendas de la DC, no habrá nada que evite la sensación de que la falange “se libera de la necesidad de estar en esta coalición”.

La Moneda puede jugarse algunas cartas aún para bajar los decibeles del conflicto, más allá de las reuniones que encabezará Peñailillo, porque lo que realmente requiere el gobierno es evitar que escale la tensión, lo que obliga a –afirman en el partido– un gesto reparatorio con la DC, que neutralice este mal clima interno de radicalización. “Ese gesto debe ser un cambio de gabinete, ahora, luego, y poner a uno de los nuestros, a uno que sea bien visto por la directiva, uno cuya presencia genere un compromiso con el gobierno”, recalcaron desde Alameda 1460.

Eso coincide con otras voces en la DC que recalcan que en la falange no consideran como una fiel representante a la ministra de la Segpres, Ximena Rincón, lo que queda en evidencia con las dificultades que ella ha tenido para articularse con el partido. Es más, desde la falange aspiran a que no salga del gabinete, pero sí que sea enrocada a otra cartera y que en el comité político se instale “un democratacristiano que sí hable por el partido”

En estas semanas, el papel que juegue el ministro Peñailillo no es menor. Sí, se reunirá con los diputados DC y luego con los senadores de la falange, pero en la Nueva Mayoría afirman que debe ir más allá y dar un giro, real y evidente, desde ser el conductor del programa y las reformas a fortalecer su papel de jefe político de este gobierno, tarea donde tiene –afirman– asignaturas pendientes, como lo demuestra lo lejos que han llegado los ruidos de la DC.

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