«Ninguna mujer en nuestro país podrá ser tratada de manera discriminatoria por su fertilidad», dijo el martes la jefa de Estado. En contraste, la Asociación de Isapres se quejó de que la medida cambia «las reglas del juego del sector privado».
Con «preocupación» recibió la Asociación de Isapres el anuncio que hizo el martes último la Presidenta Michelle Bachelet junto a la ministra de Salud, Helia Molina, sobre el fin de la preexistencia por embarazo que hasta ahora declaran las mujeres al momento de contratar un plan de salud.
“Esto va a cambiar, porque desde hoy, no hay que declarar el embarazo al contratar un plan, porque el embarazo deja de ser considerado una preexistencia», dijo la mandataria.
Y agregó que «gracias a esta modificación que ha hecho la Superintendencia de Salud, si la mujer llegara a estar embarazada, sin haberse dado cuenta, no se la podrá privar o excluir de cobertura. Y tampoco se le podrá dar término al contrato de salud por su no declaración. En otras palabras: ninguna mujer en nuestro país podrá ser tratada de manera discriminatoria por su fertilidad».
El gobierno estimó que las beneficiarias por esta medida son aproximadamente 839.456 mujeres a nivel nacional, suma que se divide en 435.391 cotizantes y 404.065 cargas. La edad de referencia va entre 15 y 49 años.
Pero en contraste con el optimismo de la jefa de Estado, las isapres advirtieron en la medida un cambio de las reglas del juego y amenazaron que podría acarrear un mayor costo de los planes de salud.
«Hasta el momento, no conocemos los aspectos técnicos del cambio anunciado, pero vemos con enorme preocupación estas imprevistas modificaciones a las reglas del juego del sector privado, sin participación de la opinión técnica de las empresas involucradas», señaló la asociación del sector en una declaración pública.
Asimismo, indicó que «como lo hemos señalado reiteradamente, estamos dispuestos a perfeccionar el sistema isapre para entregar mejores coberturas. Por ello, esta Asociación reitera su deseo de colaborar en el perfeccionamiento del sistema, pero para ello se le debe convocar oportunamente a una discusión técnica con las autoridades pertinentes, cosa que en esta oportunidad no ocurrió».
Finalmente advirtió que «desde ahora en adelante el embarazo no será una causal de preexistencia en la declaración de salud. No obstante ello, esperamos que la racionalidad de esta medida vaya acompañada por un reconocimiento de los mayores costos que implicará al sistema privado de salud».
