Sin embargo, el ex candidato dijo que toma la encuesta con mucha cautela advirtiendo que «no es tiempo de elecciones». ME-O se cuidó de no criticar la figura de la Presidenta, en cambio sí lo hizo con sus ministros. «Muchos de ellos lo están haciendo mal», afirmó.
Marco Enriquez-Ominami, dos veces candidato presidencial reaccionó hoy a las cifras de la encuesta del Centro de Estudios Públicos que lo perfila hasta el momento como la figura política mejor evaluada de la centro izquierda con un 50% de aprobación, lo que significa un empate con la percepción que marca la Presidenta Michelle Bachelet.
«Soy súper cauto, porque no hay elecciones pronto, es tiempo de reformas, no de elecciones. Las encuestas las veo, las estudio, las observo, las buenas y las malas, ésta que es más buena que mala y me confirma que estamos en lo correcto, que es tiempo de esperanza de cambio», afirmó en conversación con Radio Bío Bío.
El ex diputado PS y actual líder del Partido Progresista de todas formas incluyó una crítica al gobierno de Bachelet. «Tengo una crítica fraterna y constructiva, que las cosas hay que hacerlas bien y yo siento con humildad que si bien la Presidenta abraza bien las causas, sus ministros no lo están haciendo bien, no todos, pero muchos de ellos lo están haciendo mal», aseguró.
ME-O hizo un análisis más detallado de lo que muestra el prestigioso sondeo del think tank ligado a los Matte: «Las reformas siguen siendo muy importantes para los chilenos, que la educación hay que reformarla, que los liderazgos reformadores les ganan a los liderazgos conservadores, que la Presidenta abraza las banderas correctas, pero también que ha faltado capacidad para explicar bien las reformas de sus ministros y que la derecha tiene una gran capacidad para bloquear», dijo.
El ex candidato aprovechó de remarcar sus críticas a Sebastián Piñera. «Fue Presidente hace pocos meses y sale mal evaluado, porque yo creo que lleva siete u ocho meses bloqueando todas las reformas. Hablando mal del proceso transformador, como si en su gobierno le hubiese ido bien con no reformar».
