«Algo que dura 30 años lo quieren sacar en 30 días, creo que esa forma de trabajar por parte de la Nueva Mayoría, tiene que ver con un profundo miedo a la calle, miedo a los estudiantes, a los apoderados. Donde en vez hacer una política de puertas abiertas de escuchar los profundos cambios que se quiere, se prefiere usar la retroexcavadora, las mayorías y no oír a la gente», señaló el senador de la UDI.
El senador de la UDI, Juan Antonio Coloma, cuestionó nuevamente la reforma educacional y dijo que en las actuales condiciones en que está el proyecto está «condenada al fracaso».
«Algo que dura 30 años lo quieren sacar en 30 días, creo que esa forma de trabajar por parte de la Nueva Mayoría, tiene que ver con un profundo miedo a la calle, miedo a los estudiantes, a los apoderados. Donde en vez hacer una política de puertas abiertas de escuchar los profundos cambios que se quiere, se prefiere usar la retroexcavadora, las mayorías y no oír a la gente», señaló.
Y agregó que «tal como está planteada esta reforma educacional es improvisada, quedó clarísimo en el debate, es ideológicamente estatista e insensible a la clase medida. Una ley que tenga esas características para nosotros es una reforma que está condenada al fracaso».
El legislador gremialista explicó que a pesar de ser partidarios de una reforma educacional, «no somos partidarios de esta reforma insensible, ideológicamente estatista y muy improvisada como todos hemos podido ver. Si el gobierno cambia, pone un freno a este ánimo retroexcavador y es capaz de volver a situar a partir de cero para que nos pongamos de acuerdo a lo que hay que hacer en materia educacional, bienvenido».
Por tal motivo, aseguró que no aprobarán un proyecto que «afecte a la clase media y que al final termine cerrando los colegios de la educación particular subvencionada y no haciendo nada por mejorar la calidad».
En esa línea, Coloma cuestionó el hecho que «ni siquiera pone de acuerdo a los que son parte del mismo gobierno».
Añadió que junto a RN trabajarán en conjunto para presentar una serie de indicaciones al proyecto para intentar «salvar los colegios particular subvencionados», permitir la generación de espacios de libertad de elección y «hacer que la reforma tenga al final una transitoriedad para hacer algo en serio en el futuro».
