En escuetas declaraciones
El ex senador reconoció estar satisfecho porque «afortunadamente se hizo justicia» y calificó el primer juicio que fue desfavorable como «una vergüenza», ya que según él se dictó la sentencia bajo mucha presión contra los jueces.
Carlos Larraín, ex presidente de RN, reconoció estar muy satisfecho con el segundo juicio que absolvió a su hijo Martín, acusado de cuasidelito de homicidio contra Hernán Canales, quien falleció luego de ser atropellado por el jeep que conducía en la comuna de Pelluhue, cerca de Curanipe, Séptima Región.
«Afortunadamente se hizo justicia», dijo Larraín a El Mercurio, después que el Tribunal Oral en lo Penal de Cauquenes dictara sentencia. En declaraciones a La Tercera reconoció que «como familia estamos muy aliviados».
El ex parlamentario de todas maneras no se ahorró comentarios en torno a la indignación que a todo nivel ha generado el fallo y sobre el primer juicio que condenó a pena remitida a su hijo. «Con mi mujer sabíamos cómo habían ocurrido los hechos, y la primera sentencia fue una vergüenza, porque se dictó bajo mucha presión. Es que hay gente muy odiosa…», dijo a El Mercurio.
Precisamente, mientras se desarrollaba el primer juicio, Martín Larraín reconoció que había tomado alcohol, aunque días después se desdijo. Su padre en adelante ofreció múltiples entrevistas donde recalcó que no conducía ebrio y que el revuelo del caso estaba estrictamente motivado porque se trató de su hijo. «Desgraciadamente este pobre hombre –porque tiene ya 24 años– es hijo mío. Y yo me quejo y me he quejado en algunos medios de que para ‘fregarme’ a mí, ‘friegan’ a mi hijo, y eso yo lo encuentro muy feo, muy cruel», aseguró a mediados de este año.
