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Krassnoff se compara con Leopoldo López y emplaza a Piñera  a que lo visite en Punta Peuco

Krassnoff se compara con Leopoldo López y emplaza a Piñera a que lo visite en Punta Peuco

«Nadie lo ofenderá, nadie lo insultará y presumo que nadie tampoco le negará su derecho de visitar a un inocente en la cárcel. Acá se enterará de la real verdad y de la maquiavélica ilegalidad de la que he sido objeto, junto con mis leales subalternos de la época, aspecto que también afecta a una apreciable cantidad de personas que enfrentan situaciones similares a la mía», escribió el brigadier (r), quien cumple condena por varios casos de violaciones de los Derechos Humanos durante la dictadura militar.


El retirado brigadier de Ejército Miguel Krassnoff Martchenko envió una carta abierta al ex Presidente Sebastián Piñera con el objetivo de emplazarlo a que lo visite en el penal de Punta Peuco, a propósito del infructuoso intento del ex mandatario de reunirse en Caracas con el encarcelado dirigente opositor venezolano Leopoldo López.

Aunque sin mencionar a este último, el ex uniformado y ex agente de la DINA considera que el líder opositor y otros disidentes presos son «personas que en la citada Nación se encuentran privadas ilegalmente de libertad y a las cuales se les ha denegado todo tipo de Derechos Humanos que legítima y legalmente les correspondería aplicar, sin perjuicio de los supuestos ilícitos de tipo político que les han imputado».

«Permítame manifestarle que alabo y comparto plenamente vuestra tan ejemplar sensibilidad y preocupación por el respeto de la justicia, de las leyes vigentes y del Estado de Derecho que, al parecer, cuyo incumplimiento afecta tan gravemente los derechos de los ciudadanos venezolanos que han concitado vuestra tan loable y noticiosa preocupación», sostuvo Krassnoff con una cuota importante de ironía.

Pero no dudó en reprocharle a Piñera su discurso «contradictorio» respecto de los detenidos en Venezuela y los militares que en Chile fueron condenados por violar los DD.HH., aludiendo a un discurso que el ex presidente, antes incluso de iniciar de manera oficial su carrera a La Moneda, pronunció en el Círculo Español ante unas mil personas y donde, asegura, «se expresó con un discurso que contenía casi las mismas palabras, emociones y vehemencias como las que manifestó en Caracas».

«Todas sus citadas sensibilidades manifestadas en este tema y en el extranjero, se contraponen abiertamente con lo que ocurre hoy en su propia Patria, pues mi caso adolece de las más escandalosas irregularidades judiciales, así como a miles de uniformados que se encuentran en situación similar a la mía, constatándose en el tiempo que el sistemático irrespeto por las leyes totalmente vigentes en Chile, la transgresión al Estado de Derecho y de los preceptos Constitucionales –y que se ha traducido en incontables procesos y numerosas condenas para los afectados– hace bastante rato que superó el ámbito judicial transformándose abiertamente en una situación de tipo político, basada en la búsqueda de una incalificable venganza avalada por distintos segmentos, organizaciones y personajes cuya ideología hoy cuenta con envidiables cuotas transitorias de poder, obviando sus graves responsabilidades que devinieron en la Intervención Militar del 11 de Septiembre de 1973», expresó.

Y luego de reiterar, contra toda la evidencia en su contra, que es inocente de los cargos que se le formulan y que ha sido objeto de una serie de «irregularides», Krassnoff expresó que el objetivo de la carta era invitar a Piñera a que acuda al centro penitenciario.

«El objetivo de la presente es la de invitarlo formalmente paca que me visite en mi lugar de reclusión tal como intentó en Venezuela. Por mí se enterará que soy comprobadamente inocente de los absurdos, ridículos e inexistentes cargos que me han formulado y que por motivo alguno soy ni lo aceptaré jamás que se me mencione ‘violador de derechos humanos’, ‘peligro para la sociedad’ y con otros epítetos de similar irresponsable y falsa expresión, falsedades que incluso usted en más de una oportunidad se ha permitido manifestar públicamente, sin molestarse en consultar con el afectado si todo lo que le contaban era cierto o no».

«No tenga ningún cuidado: Nadie lo ofenderá, nadie lo insultará y presumo que nadie tampoco le negará su derecho de visitar a un inocente en la cárcel. Acá se enterará de la real verdad y de la maquiavélica ilegalidad de la que he sido objeto, junto con mis leales subalternos de la época, aspecto que también afecta a una apreciable cantidad de personas que enfrentan situaciones similares a la mía. Tengo la certeza que mi invitación será acogida muy pronta y favorablemente», sostuvo el militar condenado.

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