Luego de los dardos lanzados por los senadores Espina, Ossandón y Chahuán
La colectividad que no está involucrada en el escándalo, pero que acusa el grave contagio en sus cifras de aprobación, salió a criticar sin eufemismos la estrategia de sus socios. Pero en beneficio de la unidad y para evitar cuestionamientos internos, el presidente del partido habló con quienes encabezan la ofensiva, para que se detengan.
Fue él mismo quien partió con la estrategia de las frases directas para graficar la situación en que está la Alianza después del Caso Penta, que involucra directamente a figuras de la UDI. El presidente de Renovación Nacional, Nicolás Monckeberg, admitió el martes que «el pastelazo nos ha pegado a todos». Ayer, un grupo de senadores del partido, integrado por Alberto Espina, Manuel José Ossandón y Francisco Chahuán, enviaron un mensaje directo al gremialismo pidiendo una señal clara hacia la opinión pública, que en la encuesta Adimark expresó un 78% de rechazo hacia la oposición.
Espina pidió que en el partido de calle Suecia empiecen los procesos disciplinarios contra los involucrados, y que era «impresentable» la justificación de Ernesto Silva, para no tomar medidas y encabezar un cambio. Ossandón sugirió que Silva y Moreira dejaran sus puestos en la mesa directiva mientras dure la investigación.En tanto, por su parte, Chahuán habló derechamente de un cambio en la mesa de la colectividad. Mientras que Allamand pidió dejar a la UDI resolver el problema en forma interna.
Por eso, este jueves el diputado Pablo Macaya, secretario general de la UDI, salió al paso del mensaje de los senadores. «Yo voy a conversar con RN, son nuestros socios, y va a ser en forma privada”, dijo Macaya y, en efecto, el reclamo fue en forma interna, directamente a Nicolás Monckeberg. «No fue un reclamo airado ni confrontacional», de acuerdo a lo que consigna La Segunda sobre la conversación telefónica entre ambos dirigentes.
De todas formas, Monckeberg se comunicó con los senadores, pero «lejos de reprenderlos», informa el vespertino, les pidió no seguir haciendo declaraciones que echaran más la leña en el conflicto, esto en beneficio de cuidar la unidad del sector y los intentos por salir de la crisis, expresados de cierta manera en el relanzamiento que la coalición hizo de sus partidos, sumando a Evópoli y el PRI.
Además, ambas directivas enfrentan conflictos internos a partir de la estrategia para abordar el conflicto. Por un lado, desde RN, el secretario general Mario Desbordes, quien no aprobó las críticas a los socios y expresó que «no es el momento de incendiar la pradera, la UDI decide lo que hace»; por otro, la UDI enfrenta la estridencia de los disidentes a la estrategia de Ernesto Silva frente al Caso Penta.
Respecto a ello, el diputado Gustavo Hasbún criticó a la directiva anterior encabezada por Patricio Melero, diciendo que «quien debiera estar dando la cara y no escondiendo la cabeza es él. Quien tiene que asumir la responsabilidad es el presidente UDI de la época».
