La directora de Mori dijo que prueba de ello es el ánimo que rodea el comentado acuerdo transversal que algunos ven como el intento de buscar una salida en beneficio de quienes han sido apuntados por recurrir a boletas falsas para conseguir financiamiento electoral de manera irregular.
La directora de Mori Chile, Marta Lagos, ahondó este miércoles sobre los resultados de la encuesta Barómetro de la Política y que, a su juicio, dan cuenta de que los casos Penta, Caval y SQM no comprometieron la institucionalidad del país, sino que a una elite que hasta el momento no ha sido capaz de asumir su responsabilidad en hechos de corrupción y en la posible comisión de delitos.
En una entrevista con Radio Zero, dijo que prueba de ello es el ánimo que rodea el comentado acuerdo transversal que algunos ven como el intento de buscar una salida en beneficio de quienes han sido apuntados por recurrir a boletas falsas para conseguir financiamiento electoral de manera irregular.
«Aquí hay una sensación de que las personas más desacreditadas de la elite, primero, no se han dado cuenta de que están ellas desacreditadas y, por lo tanto, cualquier acuerdo al que se llegue va a quedar desacreditado por las personas que lo conducen; y segundo, que esto es todavía posible de salvar. Hay una sensación ambiente de que aquí esto se va a arreglar, que ‘aquí vamos a salir adelante’. ¿Qué significa salir adelante? ¿Que nadie vaya a la cárcel? ¿Que no se castigue a las personas que cometieron los errores? ¿Que la gente que dice que cometió errores cometió delitos? ¿Que las irregularidades son actos de corrupción? Yo creo que es ahí donde se produce una confusión, también en el lenguaje», dijo.
Y recalcó: «Esta es una crisis de la elite, no es una crisis de las instituciones ni de las personas. Este es un país que tiene un gran capital social y el capital social se está mostrando en la medida que los hechos incorrectos están siendo fuertemente castigados por la ciudadanía».
Sobre la percepción del aumento de la corrupción que aparece en la encuesta, Marta Lagos asegura que «la ciudadanía tiene una apreciación bastante concreta de quiénes son los posibles culpables y no está culpando a los Tribunales de Justicia ni a los Carabineros ni a ninguna persona que no esté metida en el entuerto. Entonces, ante la ausencia de un mea culpa, la gente le está demandando a grito pelado en la calle a la Presidenta ‘señora, haga un mea culpa, hable, diga algo'».
El descrédito de la elite la especialista lo explica con la sensación que los últimos acontecimientos han generado en la clase media.
«Nosotros hemos construido una clase media frágil, flotante, que trata de consolidarse y esa clase media se da cuenta que nunca se va a poder comprar un Porsche, que nunca se va a poder trasladar a las casas grandes de La Dehesa, y que la persona que se compra un Lexus ya no es clase media, ese es el punto. Entonces, esa clase media se da cuenta de lo difícil que es llegar allá arriba, y para llegar allá arriba tiene que haber hecho algo malo, alguna trampa… entonces hoy día tenemos mucha más gente que está juzgando a los ricos, porque saben que es imposible llegar ahí por el buen camino».
Finalmente, sobre la caída de la aprobación del Gobierno de la Nueva Mayoría, Marta Lagos la atribuye a «una sensación de que la izquierda no está cumpliendo, no cumplió o está rompiendo su promesa histórica de defender a los más debilitados por la desigualdad y la discriminación».
En ese sentido, no duda que el hijo de la Mandataria, Sebastián Dávalos, con los entretelones del caso Caval «se llevó a la izquierda, la pasó al otro lado del mostrador y ahora la izquierda es parte de un establishment, es parte de la oligarquía que explota. En términos marxistas, la izquierda pasa ahora a formar parte de los malos».
«Lo curioso es que la consecuencia de este desastre de la izquierda puede ser tremendamente positiva para Chile, porque gracias a que sucede esto (…) es que se empiecen a destapar estas máqinas de poder que tienen una autodestrucción y que se desmembre el choclo, donde empiecen a caer todos estos todopoderosos y los poderes fácticos», concluyó.
