“Ya es el momento de que empecemos a reflexionar de la estatura de superhéroes, de guerreros y de kamikazes y de todo ese discurso vacío, toda esa cáscara hueca que no nos conduce a ninguna parte”, dijo el comentarista deportivo a propósito del caso de Arturo Vidal, quien a su juicio demostró que cuando se le pide, ni siquera es capaz de “dar el mínimo”.
El comentarista deportivo Juan Cristóbal Guarello no cree que Arturo Vidal sea ni un guerrero ni un “kamikaze”, como calificó el técnico de la selección chilena, Jorge Sampaoli, a los integrantes del equipo que tienen la aspiración de llevarse por primera vez la Copa América, aprovechando su condición de local del certamen continental que por estos días se disputa en el país. Sobre todo después del accidente que protagonizó el volante de la Juventus la noche del martes, cuando chocó en estado de ebriedad su costoso Ferrari 430 en el acceso sur a Santiago, después de pasar la tarde junto a su mujer en el casino Monticello, ubicado en San Francisco de Mostazal.
Desde su tribuna de Radio ADN, el periodista sí se mostró molesto con el discurso nacionalista al que recurren los jugadores y que contrasta con actitudes como las del propio Vidal, a quien acusó de ni siquera “dar el mínimo” para que el balompié nacional consiga alguna vez ganar algo más que el tercer lugar que consiguió la selección en el Mundial de 1962.
“Ya es el momento de que empecemos a reflexionar de la estatura de superhéroes, de guerreros y de kamikazes y de todo ese discurso vacío, toda esa cáscara hueca que no nos conduce a ninguna parte. El día que Chile va a ganar la Copa América va a ser el día que, a la hora que estén jugando los rivales de Chile, los jugadores van a estar todos en Pinto Durán mirando el partido y no con tarde libre”, sostuvo.
E insistió en que “lo que realmente me jode es ese doble discurso que una y otra vez les vemos a los seleccionados chilenos: la patria, el país, todo por ustedes, daremos la vida. Y cuando se te pide el mínimo, flaco, siéntate a las nueve de la noche a mirar el partido de tu rival; no, preferíh estar en el casino (sic)”.
También deslizó una crítica a Sampaoli por su decisión de mantener al jugador en el equipo, considerando su papel poco gravitante en los últimos partidos de “La Roja” y sin sopesar la falta disciplinaria en que otra vez incurrió el volante nacional.
“Basta con glorificar a gente que sólo juega bien al fútbol y a veces ni siquiera eso lo hace bien. Basta con la pelotudez (…). Llega un momento que tenemos que empezar un proceso de ‘despelotudización nacional’, darle al fútbol el marco que le corresponde, el nivel que le corresponde. Son jugadores, no son gladiadores, no son kamikazes, no van a combatir en Termópilas, no van a combatir en Waterloo. Chile no va a ser un mejor país si el viernes le gana a Bolivia. Lo siento, Vidal es simplemente un reflejo de un muchacho de extracción popular que de repente se volvió millonario porque era muy bueno para la pelota, y ese muchacho va a dejar la cagada cada vez que lo dejen solo, si nunca ha tenido ningún referente, nunca ha tenido nada que lo haya podido guiar. En fin, Vidal es el reflejo de este país, es este país, así de simple”, expresó.
Asimismo, advirtió que «hay un tema que lo de Vidal nos obliga a reflexionar: por el fútbol, por ganar algo nos da todo lo mismo, lo importante es ganar, y la verdad es que en ese discurso, y en ese planteamiento que lo importante es ganar, inevitablemente terminamos perdiendo, es pura compulsión, es puro voluntarismo vacío».
Juan Cristóbal Guarello también criticó la importancia que los medios de comunicación dieron al Ferrari de Vidal y planteó que el desenlace que terminó con el vehículo destruido es “una señal”.
“Lo del Ferrari llega a ser paradojal. Salió en todos los noticiarios, salió en todas partes como si ese fuera un gran mérito. El Ferrari de Vidal salió más en las noticias que la marcha de los profesores en los últimos días. Y miren cómo terminó el Ferrari de Vidal. ¿No les parece que esto es como una señal de algo? No podemos seguir en este camino pelotudo de ensalzar, de inflar, de llenar con polvos de hornear el fútbol, pongámoslo en la dimensión que corresponde”, concluyó.
