“Las bombas de bencina están relacionadas con personas que conducen, entonces tener el alcohol tan accesible y tan fácil es tremendamente riesgoso», sostuvo el director del Senda, Mariano Montenegro.
Por 16 votos a favor, 6 en contra y una abstención, la Cámara del Senado aprobó un artículo del proyecto que modifica la Ley de Alcoholes y que estipula la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas en estaciones de servicio o bombas de bencina.
A excepción de aquellas bencineras que incluyan establecimientos o un restaurante en el mismo recinto y que cuenten con la patente respectiva.
«Queremos evitar el consumo en las personas que conducen vehículos», sostuvo el senador del PPD, Guido Girardi.
Por su parte, la legisladora de la UDI, Ena Von Baer, aseguró que «hay que tener cuidado con las prohibiciones. Por ejemplo, capaz que se quiera prohibir la venta en negocios cerca de una carretera porque existe riesgo de conducción (…). El punto no es la venta creo”.
La norma busca regular la publicidad que incentiva el consumo de alcohol, incorporar en los envases leyendas que adviertan de los efectos del alcohol en la salud de las personas y estimular el cumplimiento de las normas de la ley sobre expendio y consumo de bebidas alcohólicas, entre otras medidas.
“Es una buena medida porque induce a una conducta sana y prudente”, destacó el senador de RN José García Ruminot.
En tanto, el director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Mariano Montenegro, dijo que la iniciativa va en la línea correcta de las recomendaciones que ha hecho la Organización Mundial de la Salud de disminuir el acceso a estas bebidas.
“Las bombas de bencina están relacionadas con personas que conducen, entonces tener el alcohol tan accesible y tan fácil es tremendamente riesgoso. Para nosotros es sinónimo de modernidad y progreso para cuidar la salud de la población, disminuir accidentes”, declaró.
