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Tironi confiesa su pulsión pro statu quo: «Para los que estábamos imbuidos por el cálculo político la Comisión Rettig era una decisión riesgosa» Durante el gobierno de Patricio Aylwin

Tironi confiesa su pulsión pro statu quo: «Para los que estábamos imbuidos por el cálculo político la Comisión Rettig era una decisión riesgosa»

El sociólogo fue director de la Secom entre 1990 y 1994 y desde esta posición observó que, a pesar de los consejos de sus asesores, el fallecido ex Mandatario actuó con completa autonomía para ordenar la investigación sobre la verdad de las violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura.


El sociólogo Eugenio Tironi, que durante la Presidencia de Patricio Aylwin estuvo encargado de la Secretaría de Comunicaciones (Secom), analizó hoy los principales hitos de aquel gobierno. Particularmente el hecho de haber instruido una Comisión de Verdad y Reconciliación para investigar las violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura de Pinochet, a cargo del abogado Raúl Rettig.

Tironi aseguró que en este ámbito Aylwin, a pesar de los consejos en contra, tomó la decisión de llevar adelante el grupo de manera muy autónoma.

«Manejó todo lo de los Derechos Humanos de manera muy íntima, muy autónoma. Básicamente con la asesoría de Francisco Cumplido, que era su ministro de Justicia. Pero él no obedeció  a los asesores, a los estrategas, a los comunicólogos. Tenía claro lo que tenía que hacer, cuando con mucha perseverancia decidió formar la comisión Rettig. Lo único que nosotros hicimos fue iluminarlo bien. O sea, nos dábamos cuenta que este era un ritual que iba a ser muy importante. Por ende, nos preocupamos de que cada momento de esta suerte de procesión estuviera bien, con toda la solemnidad del caso», dijo en entrevista con CNN Chile.

Tironi recordó la reacción en el gobierno cuando Aylwin decidió pedir perdón a los familiares por los actos cometidos desde el Estado.

«Muchos de su equipo asesor le dieron ideas, le mandaron minutas o conversaron con él. Pero nadie sabía exactamente lo que iba a decir. Hay que recordar que cuando él dice esto, no se produce una unanimidad, sino más bien hubo muchos que lo criticaron. De por qué una persona como él tenía que pedir perdón. ¿Perdón de qué? si aquí el único responsable de esto había sido la dictadura militar o Pinochet o los equipos de la CNI o la Dina», recordó.

En este sentido, el sociólogo admitió que «esto hoy lo recordamos como un hito histórico positivo, pero en ese momento no era para nada evidente», aseguró.

En la misma línea de la revisión histórica, Tironi afirmó que Aylwin «reivindica para él, y para el gobierno de ese momento, la continuidad del Estado de Chile. O sea, nosotros somos una república, una república formada por ciudadanos que entre nosotros nos hemos enfrentado, nos hemos destruido a veces, que en un momento hemos llegado a violar los Derechos Humanos de otro compatriota, pero somos todos responsables de esa historia, y de configurar en conjunto un futuro que la supera».

A pesar de todo, el sociólogo, parte del equipo más estrecho de La Moneda entre 1990 y 1994, reconoció que «para los que veníamos de las Ciencias Sociales y que leíamos muchas estrategias y estábamos más imbuidos por el cálculo político, nos pareció una decisión muy riesgosa, que podía provocar una reacción del Ejército y las Fuerzas Armadas en general, que hubiera puesto en duda la autoridad del Presidente y desencadenara un proceso a la Argentina, en el cual los militares comenzaron a desarrollar asonadas contra el Presidente Alfonsín, las que fueron minando su autoridad, y esto habría confirmado la tesis de Pinochet, que este país no era gobernable, sino con él. Y que si a este país se le dejaba libre, sin esta contención que le proveían las Fuerzas Armadas, se producía el caos y el despelote».

Sin embargo, confirmó que «Aylwin nunca dejó espacio a esa discusión. Simplemente impuso esta decisión. Fue una decisión personal que él debió haber tenido bastante masticada. Aquí jugó un papel muy importante José Zalaquett, al cual él le tenía mucha admiración».

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