El gerente de Medio Ambiente de la compañía, Ivo Ivicevic, descartó que la empresa haya ampliado sus instalaciones en forma ilegal y, por el contrario, enfatizó que se han invertido US$ 6 millones desde 2010 a la fecha para realizar mejoras técnicas de ingeniería que “nos han permitido aumentar nuestra capacidad de procesamiento de baterías en desuso, cumpliendo con toda la normativa ambiental y dentro de la Resolución de Calificación Ambiental con la que contamos”.
El gerente de Medio Ambiente de RAM, Ivo Ivicevic, rechazó tajantemente las acusaciones de «un grupo no identificado de supuestos ex trabajadores de la empresa» respecto a la forma en que opera la planta recicladora de baterías de plomo en desuso ubicada en Calama.
El ejecutivo afirmó que la empresa .conocida también como Recimat- no ha sido notificada de ninguna investigación que esté realizando la Superintendencia de Medio Ambiente, como se ha ventilado públicamente, y precisó que si así fuera, “tenemos la más absoluta disposición a entregar todos los antecedentes que sean necesarios y que permitan aclarar la situación planteada. No tenemos nada que esconder”.
Ivicevic añadió que la planta de reciclaje de plomo de RAM “cuenta con todas las autorizaciones vigentes en el país y cumple con los más altos estándares de calidad y seguridad, por lo que estamos orgullosos de decir que somos parte de la solución al problema ambiental que supone la exposición a plomo que se produce por la mala gestión de los residuos peligrosos”.
Asimismo, descartó que la empresa haya ampliado sus instalaciones en forma ilegal y, por el contrario, enfatizó que se han invertido US$ 6 millones desde 2010 a la fecha para realizar mejoras técnicas de ingeniería que “nos han permitido aumentar nuestra capacidad de procesamiento de baterías en desuso, cumpliendo con toda la normativa ambiental y dentro de la Resolución de Calificación Ambiental con la que contamos”.
Informó que actualmente existe un proyecto en evaluación ambiental para instalar una segunda línea de fundición, idéntica a la actual, con sus respectivos sistemas de control y extracción de gases.
“Gracias a nuestras inversiones en tecnología e ingeniería, RAM confirma que tiene la capacidad de reciclar todas las baterías de plomo en desuso que se generan en Chile tanto hoy como en el futuro”, dijo Ivicevic.
También remarcó que estas inversiones convierten a la planta en una de las más modernas de Latinoamérica, con tecnología que evita el contacto con personas en el proceso de reciclaje y sistemas de control de emisiones que eliminan cualquier tipo de contaminación al entorno, sea el barrio industrial o las villas adyacentes.
Ivicevic añadió que RAM trabaja con transparencia y no tiene problemas en exhibir su planta a las autoridades o vecinos que quieran conocer, de primera mano, cómo se recicla el plomo y las medidas de seguridad que la empresa ha dispuesto para sus trabajadores.
Hace unos días la planta de reciclaje fue visita por el Comité Ambiental y la Comisión de Medio Ambiente de la Municipalidad de Calama, en donde pudieron conocer de primera fuente el proceso de reciclaje, haciendo notar su conformidad con las condiciones de seguridad y cumplimiento de estándares ambientales de ella.
El gerente recordó, además, que la razón por la que la Seremi de Salud levantó la prohibición de funcionamiento en enero fue el error cometido por la Mutual de Seguridad de Calama en el análisis de los resultados, lo cual fue reconocido por la Mutual de Seguridad y las autoridades sectoriales.
