Cuando ya habían transcurrido cuarenta minutos de la hora fijada, la jueza solicitó que alguien se comunicara con el fiscal. Un representante del Consejo de Defensa del Estado tomó contacto con Gajardo, tras lo cual le pasó el teléfono a la magistrada, quien en presencia de todos lo recriminó y le advirtió que, si no llegaba nadie, saldría a los pasillos a buscar a cualquier representante del Ministerio Público.
«Si no tengo a nadie del Ministerio Público ahora a voy a salir al pasillo a buscar a uno cualquiera que lo represente», dijo indignada este mediodía la jueza del Octavo Juzgado de Garantía de Santiago Ema Margarita Tapia. Su molestia tenía su origen en un prolongado retraso que llevaba el fiscal Carlos Gajardo a una audiencia donde se debatiría una importante solicitud de la defensa en el Caso Penta. Eran las 12:40 horas y estaban los abogados de Hugo Bravo, el CDE, el tribunal y nadie de la Fiscalía.
En la cita fijada para hoy se pretendía resolver una controversia pendiente en la pasada audiencia del 29 de abril, en la que los abogados de Penta solicitaban al tribunal que la Fiscalía les diera libre acceso a diversas pruebas de la carpeta investigativa, particularmente al contenido de los computadores de otros imputados donde existiría –a juicio de la defensa– valiosa información para desacreditar las acusaciones del Ministerio Público.
Cuando ya habían transcurrido cuarenta minutos de la hora fijada, la jueza solicitó que alguien se comunicara con el fiscal. Un representante del Consejo de Defensa del Estado tomó contacto con Gajardo, tras lo cual le pasó el teléfono a la magistrada, quien en presencia de todos lo recriminó y le advirtió que, si no llegaba nadie, saldría a los pasillos a buscar a cualquier representante del Ministerio Público.
El fiscal Pablo Norambuena, que se encontraba en otra sala en una audiencia de juicio oral, tuvo que pedir permiso para ausentarse y dirigirse al otro tribunal.
Una vez comenzada la sesión, y con los ánimos bastante tensos, la audiencia volvió a suspenderse al llegar el fiscal Carlos Gajardo y pedir reemplazar a Norambuena para que regresara a su juicio oral. La explicación que dio fue que su retraso se debió a un error administrativo.
Superados los inconvenientes, finalmente la jueza desechó todos los planteamientos del Ministerio Público y acogió la solicitud de la defensa, de modo, que, a partir de ahora, podrán conocer diversas pruebas claves de la carpeta investigativa a cuyo acceso la Fiscalía se había negado permanentemente.
La jueza decidió oficiar al Fiscal Regional, con copia al Fiscal Nacional, informando que los fiscales del Ministerio Público no llegaron a tiempo a una audiencia solicitada por ellos.
