Ex contralor afirmó que «a estas alturas es algo que debe ser implementado a la brevedad, para que el Nacional sea como cualquier liceo del mundo”.
El debate sobre la necesidad de una educación mixta se potenció con la carta enviada por Marina Ascencio, de 11 años de edad, a la Presidenta de la República, al rector del establecimiento y a la alcaldesa de Santiago.
«Quiero acceder a la educación del Instituto Nacional y encuentro que es injusto que solamente los hombres puedan dar la prueba y entrar a él», dice la misiva.
Ramiro Mendoza, ex contralor entre 2007 y 2015, se sumó al grupo de personas que creen que el modelo del establecimiento debe ser reconsiderado. «A estas alturas es algo que debe ser implementado a la brevedad, para que el Nacional sea como cualquier liceo del mundo”.
Asimismo, Mneodza distintos actores -entre los que destacan los alcaldes de Santiago, los sostenedores del colegios y los mismos estudiantes- «nos hemos demorado en este tema, porque nos hemos enredado en la gratuidad, la selección, etc», informa La Tercera.
Con respecto al rol de la mujer, indicó que «se ha ocultado, no se ha visibilizado, y ahora que es tarde, se levanta”.
Una perspectiva diferente tiene Mario Benavides, presidente del Centro de ex Alumnos del Instituto Nacional, para quien es importante, antes de conversar la posibilidad de que el colegio sea mixto, «preocuparse de otros temas, como la selección». No obstante, admitió que es un tema controversial, agregando que «hay materias que, como ex alumnos, consideramos son más importantes de discutir, como la selección, ya que el deseo es seguir siendo de excelencia”.
Además de los puntos anteriores, Benavides recalca que es una tradición que el Instituto Nacional sea exclusivamente de hombres, indicando que «en el país solo el 4% de los establecimientos está dividido por género».
Por su parte, Roberto Zambrano, presidente del Centro de Alumnos del colegio (Cain), señaló que “hemos dicho que tiene que haber mayor inclusión, abarcando la demanda del movimiento estudiantil de una educación no sexista”, aunque enfatizó que «“no puede pasar mientras no haya una transformación estructural de cómo se entiende la educación pública. Nosotros estamos abiertos al debate, así que emplazamos a las autoridades, ya que no se puede esperar más, tenemos que avanzar hacia una educación integral”.
