Colo Colo y la Universidad de Chile disputarán el próximo domingo un superclásico atípico por el mal momento que atraviesan los dos clubes más populares del país en el torneo de Apertura.
Después de siete jornadas disputadas, casi en el ecuador del campeonato, la situación es delicada en ambos bandos, especialmente en el Colo Colo que dirige el argentino Pablo Guede.
Los albos ocupan el penúltimo lugar en la clasificación con seis puntos, a siete del líder, y sólo han logrado un triunfo. Ante este panorama, llevarse el superclásico frente a sus hinchas es casi una obligación para el Colo Colo y su entrenador, que necesita un balón de oxígeno para templar las dudas que se han generado desde que llegó al banquillo.
La estadística, por lo menos, juega a favor de Colo Colo, que no pierde ante la U en su estadio desde hace quince años. Desde el año 2001, el balance de los superclásicos disputados en el Estadio Monumental es de diez triunfos albos y cuatro empates.
Ambos atenuaron el mal momento en la liga con sendos triunfos en la Copa Chile esta semana que los clasificaron para los cuartos de final del torneo.
La situación es menos dramática para la Universidad de Chile, donde se respira un ambiente más distendido tras el despido del argentino Sebastián Beccacece y la llegada de Víctor Hugo Castañeda al banquillo. A pesar de un irregular inicio de campeonato, la U ocupa el séptimo puesto en la clasificación y sólo lo separan tres puntos del líder, el Deportes Iquique.
El equipo norteño recibirá este fin de semana al Palestino, que llega espoleado tras su histórica clasificación para los cuartos de final de la Copa Sudamericana ante el Flamengo brasileño. Detrás del líder, cuatro equipos le pisan los talones con un punto de diferencia. El Deportes Temuco y la Unión Española, dos de los perseguidores, se enfrentarán entre ellos el domingo.
