En la presentación realizada a instancias del Instituto Igualdad, del Partido Socialista, en un debate que contó con la presencia de Isabel Allende, Clarisa Hardy, y otros como Sebastián Depolo (Revolución Democrática) y Nicolás Grau (Movimiento Autonomista), el Coordinador Nacional de Izquierda Autónoma puntualizó que deben «construir alternativa para superar herencia pinochetista».
Andrés Fielbaum, Coordinador Nacional de Izquierda Autónoma, se presentó en el debate realizado a petición del Instituto Igualdad del Partido Socialista e hizo un llamado a los presentes y manifestó que «no es posible transitar a un Estado que garantice derechos con los partidos de la Concertación» refiriéndose al PPD, «con el que nos hemos enfrentado directamente estos últimos meses, que mantiene en sus filas a la principal vocera del lucro en la educación, como lo es Pilar Armanet» y a Ricardo Lagos «nuevamente presidiendo la República, concesionando todo lo que sea concesionable».
Fielbaum también se refirió a los dueños de casa, y dijo que el PS «que clamó que su renovación precisamente significaba volcarse a la socialdemocracia, pero que en la práctica ha abrazado el ideario neoliberal quebrando radicalmente con sus raíces históricas. De ser la casa de Allende y Eugenio González, pasó a alojar a Viera-Gallo y Puccio con su participación en la AFP Provida, o a Fulvio Rossi, operador de CORPESCA en el Senado, por citar sólo un par de ejemplos. Si el gabinete de la propia Presidenta ha visto pasar por Hacienda, Educación, Minería, SEGPRES y Medio Ambiente a ex directores de empresas del grupo Luksic, ¿cómo podrían enfrentarse a los problemas socioambientales generados en lugares tan diversos como Caimanes, Corral o Antofagasta por este mismo grupo empresarial?»
En la presentación el coordinador de Izquierda Autónoma, también se refirió a la invitación que le hicieron llegar de parte del Instituto Igualdad para discutir orientaciones sobre el modelo de desarrollo chileno de cara a los próximos años, y sentenció que el documento «se la juega con un diagnóstico político al comenzar: se requiere una articulación política amplia para pujar por transformaciones. Este diagnóstico es compartido, pero le falta un elemento fundamental: esta articulación sólo podrá ampliar la democracia si se da con autonomía de las élites Concertacionistas. Nuestro llamado a todos los militantes e identidades socialistas que comparten las orientaciones generales declaradas por este documento, es a abandonar una coalición cuya alianza con el empresariado está forjada sobre roca, para así trabajar en conjunto y construir nuevas alternativas que comiencen a desterrar, de una vez por todas, la herencia iniciada por Pinochet y profundizada por todos los gobiernos posteriores».
