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El curioso experimento de arte que escondía la serie Melrose Place

El curioso experimento de arte que escondía la serie Melrose Place

Aunque no lo creas, en los episodios emitidos en los años 90 aparecían mensajes codificados sobre temas como el aborto, el alcoholismo o la tenencia de armas.


A mediados de los 90, el artista y profesor norteamericano Mel Chin discutía con sus alumnos sobre aquellos lugares donde las personas podrían disfrutar del arte. Ya que a los museos y galerías, no llegaban de forma masiva.

Un día, mirando la televisión, el académico amante del arte vio a la actriz Heather Locklear -Amanda Woodward de la serie Melrose Place- adelante de un cuadro. Fue en ese minuto que se le encendió la ampolleta: la televisión puede servir como un museo masivo, exhibiendo arte políticamente comprometido para infiltrar las mentes de la mayoría.

Rápidamente se puso en contacto con Deborah Siegel, encargada de los escenarios de la serie, a quien le propuso el siguiente plan: mostrar a través de Melrose Place obras de arte con mensajes codificados sobre temas como la política exterior estadounidense, el aborto, el alcoholismo o la tenencia de armas.

Siegel aceptó el trato, dándole el vamos a uno de los experimentos de arte conceptual más extraños y masivos que se han producido. De esta forma, unos cien artistas participes del llamado GALA Committee fueron participes de la colocación de obras en decenas de escenas.

El diario español El País consigna sobre esta historia: «Las obras que se colaban en la serie, y que los artistas producían a medida, ya que tenían acceso a los guiones antes de que se grabasen los capítulos, no siempre tenían forma de cuadro tradicional».

«El Doctor Peter Burns, un mujeriego incorregible, dormía en sábanas con un estampado muy visible formado por condones desenrollados –desobedeciendo las normas de la FCC, el organismo que censuró por ejemplo el pezón de Janet Jackson en la Superbowl, y que entonces prohibía terminantemente mostrar preservativos en televisión–. Cuando Alison Parker (Courtney Thorne-Smith) se queda embarazada, aparece en una escena abrazada a una manta bordada, un tipo de quilt. Si alguien se hubiese molestado en hacer zoom sobre la manta hubiera visto miles de símbolos químicos representando la RU-486, la píldora del día después», relata.

Otro ejemplo, Kimberley sostiene un recipiente de comida china para llevar en el que se lee en caracteres chinos “Derechos Humanos” y “Protesta y caos”, en referencia a la diferente interpretación que se daba en China y en Occidente de los hechos de la plaza de Tiananmen.

De hecho, los guionistas y el colectivo de artistas decidió crear un personaje: la pintora Samantha Reilly, interpretada por la actriz Brooke Langton. Se pintó para la ficticia Reilly una serie de paisajes aparentemente apacibles pero que en realidad representaban localizaciones de actos violentos sucedidos en Los Ángeles, como la casa en la que murió Marilyn Monroe, el hotel Ambassador donde dispararon contra Robert F. Kennedy o el chalet de Nicole Brown-Simpson.

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